Pocas cosas pueden reemplazar el inigualable placer de no tener que levantarse a fregar los platos después de comer. El lavavajillas entró en nuestras vidas, al principio como un lujo para acabar convirtiéndose en un artículo de máxima necesidad en nuestras cocinas. Aunque hay quienes aún tienen mucho que aprender sobre el lavavajillas a la hora de colocar los platos y cubiertos en su interior o saber cuánto consume un lavavajillas.
“¡Este plato no entra!” “¡El cubierto atasca la bandeja!” “¿Dónde pongo las cucharillas de postre?” Somos capaces de dejar la colocación de nuestra vajilla a nuestra libre imaginación con tal de no tener que leer las instrucciones. ¡Con lo fácil que es hacerlo bien! (De hecho, es más fácil colocarlo bien que colocarlo mal). En 5 minutos vas a ver lo fácil que es ganar espacio en su interior para que el agua llegue a cada una de las piezas por igual y tu vajilla salga siempre resplandeciente.
En este artículo
- 1. Antes de meter los platos
- 2. Coloca los platos con la cara hacia el interior
- 3. Copas, vasos y tazones en la parte superior del lavavajillas
- 4. Cucharas, cuchillos y tenedores en la cesta de cubiertos
- 5. ¡Échale el detergente y a lavar!
- ¿Necesitas más espacio?
1. Antes de meter los platos
Hay una costumbre muy extendida de limpiar los platos con agua antes de introducirlos dentro del lavavajillas. Esta es una acción que termina incrementando nuestro consumo de agua y energía cuando lo hacemos con agua caliente, por eso, te recomendamos que simplemente retires los restos de comida con un cepillo o una servilleta de papel de cocina; tu lavavajillas hará el resto, aprovechando al máximo cada gota de agua.
2. Coloca los platos con la cara hacia el interior
Uno de los errores más comunes a la hora de colocar los platos es ponerlos al revés. Piensa que el chorro de agua tiene que incidir especialmente en la zona donde servimos la comida, por eso, cuando coloques los platos fíjate que la cara del plato mire hacia el centro. Y no cometas el error de cargar tu lavavajillas colocando dos platos en una misma ranura.
3. Copas, vasos y tazones en la parte superior del lavavajillas
La copa de vino que os acabáis de tomar o el tazón de tu desayuno, debe estar colocado en la bandeja superior y boca abajo. Si los dejamos apoyados por la base, el agua no llegará al interior y no se limpiará bien por dentro.
4. Cucharas, cuchillos y tenedores en la cesta de cubiertos
¿A que más de una vez te has vuelto loco buscando las cucharillas del café? No las dejes sueltas por el lavavajillas. Los cubiertos tienen un lugar especial dentro de la cesta. Colócalos dejando hueco entre ellos y con el mango hacia abajo. ¡Ten cuidado! Especialmente con los cuchillos para no pincharte con ellos. Los cubiertos más largos que utilizamos para cocinar no irían en el cesto de cubiertos, sino en la bandeja superior y colocados horizontalmente. Si los colocásemos en la cesta podrían obstruir el brazo rociador del lavavajillas.
5. ¡Échale el detergente y a lavar!
Encontrarás el recipiente para el jabón en la parte interior del lavavajillas. Solo tienes que llenarlo hasta la línea que marca. En el caso de los lavavajillas Balay, tienen un dosificador de detergente en pastillas que garantizan la disolución de la pastilla y asegura resultados perfectos.
¿Necesitas más espacio?
Para aquellos que llegado a este punto sienten que poner su lavavajillas es como una partida de tetris agotadora, existen modelos de lavavajillas que incluyen una tercera bandeja que les hará mucho más llevadera esta labor cotidiana. La tercera bandeja Plus se adapta al volumen de carga que tenga el lavavajillas gracias a que tiene partes laterales regulables en altura. Y se suben y bajan presionando un botón. Cuando están cerradas, permiten colocar más cubertería y en su posición abierta dejan mayor espacio a las tazas. Además, las piezas son abatibles en la parte central, lo que permite colocar utensilios más anchos de lo habitual para una limpieza óptima.
No cabe duda de que dentro de cada hogar hay una necesidad diferente. Pero en todos se busca la mayor calidad y el menor consumo. Esperamos que esta lección de 5 minutos te haya sido de utilidad y que, a partir de ahora, cuando coloques tus platos en el lavavajillas no sientas que estás luchando contra él porque, sin duda, este electrodoméstico es uno de tus mayores aliados a la hora de ahorrar tiempo, agua y energía.
Blog invitado: Balay
hace 8 años
Pues parece obvio pero tener en cuenta en todo momento esta información no tengo duda que resulta muy útil y que permite ahorrar tiempo.
hace 8 años
Me pone muy nerviosa la gente que lava los platos antes de meterlos en el lavavajillas!!! Es que no lo entiendo, si ya los va a lavar tu fantástico lavavajillas, no hagas trabajo extra.
hace 8 años
Llevarlos es pasarse pero aclararlos con agua tiene dos ventajas: alargar la vida del lavavajillas y evitar olores si no lo pones a diario.
hace 8 años
Yo sí los aclaro creo que entonces queda mejor porque alguna vez que no lo he hecho algún plato he tenido que volver a meterlo... no limpia tan bien, al menos el mio
hace 8 años
Nunca había puesto el lavavajillas, en los años q lo tenemos. Cuando sepa donde se pone el jabón lo pondre