Cuando lo moderno y lo retro se encuentran

Una librería para dar la bienvenida

Para la reforma de esta vivienda se estudiaron las necesidades de sus propietarios y se optó por conservar los 3 dormitorios existentes, ampliando los espacios del salón y la cocina de la vivienda. Desde el principio se quería conservar el gran hall de entrada existente, en el que había que ubicar una librería para poder disfrutar de la gran colección de libros que tenían los propietarios. Una librería realizada con una estructura de pladur, consiguiendo que forme parte del propio muro medianero y se dispuso delante de la misma una escalera corredera que permita un fácil y cómodo acceso a los libros.

La gran cristalera que separa la cocina

Para poder conseguir ampliar la sensación espacial a la entrada de la vivienda y que al mismo tiempo la cocina se mantuviera como una estancia independiente, se decidió incorporar una gran cristalera con perfilería metálica a juego con la escalera perteneciente a la librería. Con este sencillo truco, conseguimos una continuidad visual entre la cocina y el recibidor.

Ya dentro de la propia cocina podemos ver que estamos en una estancia especial, un diseño que combina un mobiliario de cocina moderno, con muebles de madera y encimera de granito negro intenso en la zona de los fuegos, con la formación en su lado opuesto de una encimera de obra realizada con estructura de pladur y revestida con un azulejo de 10×10 blanco de diseño retro, con el que están revestidas el resto de las paredes de la propia cocina.

Esta fusión de estilos, entre lo moderno y lo retro, unido a la amplitud visual que conseguimos por un lado con la cristalera hacía el vestíbulo de entrada y por otro con las puertas correderas de vidrio trasparente que permiten el acceso a la propia cocina, la convierten en un espacio de una gran personalidad.

Ladrillo recuperado

Adentrándonos un poco más en la vivienda accedemos a su salón comedor, en el que nada más entrar cobra vida la restauración que se ha realizado en el muro de carga existente. Nos encontramos con un muro de carga revestido con yeso y pintura, con lo que hubo que realizar un minucioso trabajo para retirar la capa de yeso sin deteriorar los ladrillos de casi 100 años de antigüedad. Una vez decapados se le aplicó un tratamiento especial en su superficie para conseguir el fantástico acabado que podéis ver en las fotos que acompañan este post. Los dos accesos a este espacio se enmarcan con unas jambas y dintel realizadas con estructura de pladur, cumpliendo una doble función; por un lado embellecen el umbral de entrada a la estancia y en su apartado más necesario, consiguen evitar el fallo que existía en la ejecución del muro de ladrillo en sus embocaduras. El resto de la decoración del salón acompaña perfectamente a este muro de ladrillo, mediante una elegante combinación de mobiliario moderno de madera natural, como la mesa de centro o el mueble de TV, con una decoración vintage gracias a objetos restaurados como un gramófono, la máquina de coser o la propia restauración de los radiadores existentes de la finca.

Dormitorios

Una vez salimos de la parte pública de la vivienda (vestíbulo – salón – cocina) nos adentramos en el área privada de los baños y dormitorios. En los dormitorios se ha empleado el mismo solado de tarima de madera de roble envejecido que en el resto de la vivienda, aportando una gran calidez en cada uno de los espacios.

Blanco y madera para el baño

Por otro lado en el baño principal podemos destacar la combinación en su decoración de un azulejo blanco en las paredes con un solado cerámico de imitación madera de gran calidad, con 3 formatos diferentes en el tamaño de sus lamas y que se ha aprovechado para realizar un mueble de baño de obra y que se reviste con el mismo material, creando un conjunto de gran belleza y de aspecto muy sólido.