Según un proverbio árabe “quien tiene un jardín, tiene un tesoro”, y es que ¿quién no ha soñado alguna vez con despertarse cada mañana con un precioso jardín como panorámica? Es un verdadero privilegio, sin duda, pero si no es así, no desesperes, afortunadamente siempre podemos disfrutar en nuestro país, España, de verdaderas “joyas verdes”, que quizás no sabías que existían, y en los que sin duda vivirás una increíble experiencia en simbiosis con la naturaleza, ¡deja que el verdor invada tus sentidos!
En este post te proponemos un viaje por algunos de los parajes más estimulantes y de varios tipos: históricos, exóticos, románticos, artísticos… e incluso privados y el botánico más grande de Europa, todos ellos abiertos al público por supuesto, ¡no pierdas detalle!
En este artículo
- #1#La mágica proporción del número aúreo: Jardín renacentista del Palacio de los Castejón (Ágreda)
- #2# El más romántico de Madrid: Parque del Capricho
- #3# El exotismo lleva nombre de jardín: Jardín de Cactus de Lanzarote
- #4# Otra razón más para visitar Galicia: La ruta de las Camelias
- #5# Patios con mucho arte: Flora, el Festival internacional de flores en Córdoba
- #6# Un oasis frente el mar: Jardines de la Fonte Baixa (El Chano, Luarca)
#1#La mágica proporción del número
aúreo: Jardín renacentista del Palacio de los Castejón (Ágreda)
Como se suele decir, “las mejores esencias se guardan en frascos pequeños”, y esta frase bien se puede aplicar a este vergel del Renacentismo. Quizás no lo hayas oído nunca pero este espacio alberga uno de los jardines más bellos del país e incluso ha sido incluido en las listas de joyas ajardinadas de algunos portales de viajes muy conocidos, compartiendo clasificación con otros de altura como el Generalife de la Alhambra de Granada o el Retiro de Madrid.
Si eres de los que te gusta admirar la proporción y el equilibrio en las cosas, ¡este es tu sitio! Este jardín renacentista recreado a imagen y semejanza del original del siglo XVI y recuperado en 2001, se diseñó bajo los cánones del Renacimiento en los que imperaba buscar la proporción áurea, ajustándose a lo que los griegos llamaban ”la divina proporción”.
Todo un cúmulo de simbología que se ha aplicado en cada intervención: las plantas aromáticas, entrelazados, fuentes y hasta un teatro vegetal y otro de espejos, dan vida a este lugar histórico…¡que merece mucho la pena visitar!
Una curiosidad: además de ser el espacio de ocio de los condes de Castejón, hacía a veces de farmacia y despensa, por lo que se pueden encontrar plantas medicinales de todo tipo, y culinarias que se utilizaban en la cocina entre la ornamentación.
#2# El más romántico de Madrid: Parque
del Capricho
Un entorno privilegiado para quienes admiran la belleza romántica
de un jardín clásico. Pasear por sus caminos es sentirse en la bella Grecia o Roma
, siendo el único del Romanticismo que existe en la capital, y
se sitúa junto al barrio de Barajas. Con una
extensión de 14 hectáreas, fue mandado construir por la condesa-duquesa de
Benavente entre 1787 y 1839, y en 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural.
Anímate a visitarlo, puedes escribir el próximo capítulo de tu
cuento de hadas en alguno de sus sus tres tipos de jardines clásicos: el
parterre o jardín francés, el paisajista inglés y el giardino italiano, y
perderte en sus bellos rincones como el estanque, la plaza de los Emperadores,
la fuente de los Delfines y de las Ranas, la "casa de la vieja", el fortín, la
ermita, o el "abejero". Incluso cuenta con un palacete, que albergó en su día numerosos cuadros de Goya.
Apto para quienes busquen un escondite de besos apasionados,
abrazos, pedidas o despedidas…
#3# El exotismo lleva nombre de jardín: Jardín
de Cactus de Lanzarote
Si hay algo que simboliza la
mágica isla de Lanzarote es su paisaje volcánico casi lunar, hábitat perfecto
para las más diferentes especies de cactus en el pueblo de Guatiza, municipio
de Teguise. Sumergirse en él, recuerda a un anfiteatro antiguo, organizado en
terrazas, con una variada muestra de cactus, que emergen entre pequeñas lagunas
con peces de colores y nenúfares, que aportan frescura frente a la aridez del
entorno.
Este Cactarium se ubica en una
antigua cantera de extracción de arena volcánica (picón) que era
utilizada por los campesinos de la zona para cubrir sus cultivos y así retener
humedad que llegue a las raíces de las plantas.
Si te gusta disfrutar del paisaje diferente,
¡Inclúyelo en tu ruta de las próximas vacaciones! En su interior alberga 4.500 ejemplares de más de cuatrocientas especies diferentes, procedentes de ambas Américas, Madagascar,
Canarias, Etiopía, Marruecos, Chile, Estados Unidos, Méjico, Perú, Tanzania y
otras zonas desérticas de la tierra.
Y es que nunca un jardín fue tan internacional...
¡anímate a perderte en él!
#4# Otra razón más para visitar
Galicia: La ruta de las Camelias
Pasear entre jardines es un verdadero placer, pero si añadimos al
paseo muros centenarios, espléndidos vergeles mientras se oye el agua
correr…¡no tiene precio! Nos ponemos ahora melancólicos, literarios y muy
barrocos para recorrer la ruta de las Camelias, un ambiente bucólico sin
parangón.
La camelia en Galicia cuenta con todos los ingredientes para
crecer feliz: un clima muy húmedo, suaves temperaturas gracias al mar y suelos
ácidos y fértiles. Este cóctel natural obra el milagro de un crecimiento
espectacular de esta especie de flor, con hasta ocho mil variedades: japónica, sinensis, reticulata,
sasanqua...; que se pueden encontrar principalmente en Pontevedra y La
Coruña.
realiza por 12 pazos y jardines, públicos y privados, de pazo en
pazo, estas viviendas de arquitectura noble tan gallegas donde reina la paz. En
ellos se respira ese aire decadente que transporta al visitante a la leyenda,
la de las gárgolas, con sus torres, su capilla y su solana.
destacamos por su singularidad, el pazo Quiñones de León (Vigo), que atesora un
camelio cuya copa mide más de 15 m de diámetro; el de Santa Cruz de Rivadulla también llamado de Ortigueira, en
Vedra (La Coruña), que presumen de ser los más antiguos de Europa o los pazos
de A Saleta (Pontevedra),
Lourizán (Pontevedra), o Mariñán (La Coruña), este último con sorpresas como la del Jardín de la Palabra, donde cada árbol
conserva el mensaje del personaje ilustre que lo plantó: el ciprés de José
Hierro, el rododendro de Ian Gibson, el ceibo uruguayo de Benedetti o el boj de
Cela.
#5# Patios con mucho arte: Flora, el
Festival internacional de flores en Córdoba
Los patios cordobeses respiran arte por los cuatro costados. Unos
espacios famosos por su belleza y el cuidado de sus dueños, que no han pasado
desapercibidos por artistas internacionales, que el pasado octubre los
engalanaron con sus intervenciones artísticas, gracias al evento Flora, ¡apunta
esta fecha en el calendario de 2018!
Se trata de otra alternativa para visitarlos, aparte de la
tradicional “Fiesta de los patios” de Mayo, que reúne a miles de visitantes de
todo el mundo para disfrutar de la exuberancia floral. Uno de los que los
visitó hace dos años, fue el empresario chino Jianping Fu, presidente de la
cadena de Hoteles Zizai, quien cayó irremediablemente seducido ante la explosión
de colores y aromas.
Tal fue el impacto, que decidió desde entonces poner en el mapa a
la ciudad andaluza para que lo visitaran sus compatriotas suyos sensibles al efímero
arte. De esta forma surgió Flora, también concurso y festival, pero en otoño, con la apertura de ocho patios públicos de la ciudad, donde diez
profesionales de prestigio internacional compitieron con las más diversas
instalaciones en relación con el motivo de 'Paraíso'.
Artistas de
China, Méjico, Australia, Estados Unidos, Reino Unido y España intervinieron en
patios con centenares de variedades de flores, en el Arqueológico, el Museo Taurino,
Vimcorsa, Rey Heredia 22, el Palacio de Orive, la Fundación Antonio Gala o el
Archivo Municipal.
#6# Un oasis frente el mar: Jardines
de la Fonte Baixa (El Chano, Luarca)
Volvemos a Galicia y destacamos en último lugar por su curiosa historia,
el jardín botánico privado considerado como “el más grande de Europa”. Y es que
muy pocos saben que su nacimiento está unido al fundador de Panrico, José Rivera de Larraya, marqués de San Nicolás
de Noras, quien compró 58 fincas en Luarca para crear estos maravillosos
jardines a pie de mar, y que se han convertido en uno de los reclamos más
desconocidos de Luarca
Debidamente bien asesorado, “el marqués del pan bimbo”, se
dedicó a plantar flores, árboles y plantas hasta alcanzar
cifras de Guinness: decenas de miles de azaleas, camelias, rododendros, acebos,
tejos, sauces o abedules donde cabe mencionar ejemplares únicos traídos de
tierras lejanas, como 15 cedros del Líbano, o un arce japonés de 250 años por el que pagó 47.000
euros en una subasta en Tokio.
Construido sobre el
acantilado, este vergel de doce hectáreas pueden visitarse con un recorrido
guiado de unas tres horas que lleva al visitantes entre secuoyas, magnolios,
castaños y abedules, estatuas y antigüedades de todas las edades y culturas,
fuentes estanques y cenadores que evocan otros tiempos... ¿algún jardín da más? No es de extrañar que haya
suscitado el interés de expertos de todo el mundo, entre los que se encuentran ¡los
jardineros de la reina de Inglaterra! Para el resto de los mortales, quienes
solo buscan la belleza, seguro que una única visita no es suficiente…