Precios y Presupuestos para Acristalar un Balcón

Acristalar un balcón, independientemente del sistema elegido, supone alterar la fachada y esta, dentro de un edificio, se considera como un elemento común. Por lo tanto, se debe contar con la autorización de la junta de propietarios. Si ya hubiera balcones acristalados, se deberá seguir siempre el mismo criterio estético. 

Por otra parte, las ordenanzas municipales de cada ayuntamiento pueden imponer también ciertas limitaciones, sobre todo en áreas o edificios protegidos, por lo tanto, es esencial consultarlas previamente. Además de ello, habría que presentar actuación comunicada y pagar las tasas correspondientes.

Es un factor muy importante. En primer lugar, por seguridad, ya que el cristal está expuesto a la intemperie y a cambios de temperatura que pueden afectarlo si no es de calidad. Además de ello, hay que elegir un cristal que en caso de rotura no se disgregue, por ello, la recomendación son siempre vidrios laminados o templados.

En segundo lugar, el vidrio tiene un papel decisivo en el aislamiento. Lo ideal es elegir siempre cristales dobles o triples con cámara de aire. Para un mayor aislamiento, los cristales deben ser de diferente grosor y la cámara estar rellena de gas argón.

Depende de la normativa urbanística de cada ayuntamiento. En principio, acristalar un balcón puede implicar un aumento de la superficie útil, de modo que, según la Ley de Propiedad Horizontal, se necesitaría autorización administrativa previa presentación de un proyecto técnico que especifique el tipo de cerramiento y cómo afectará a la fachada. Sin embargo, la aplicación de esta norma puede variar de unas localidades a otras, de modo que conviene consultarlo previamente.