Precios y Presupuestos para Plantar Árboles

Variedades de árboles y precios (sin mano de obra)

Árboles frutales

No solo en cultivos, también es habitual plantar frutales en patios y jardines. Algunos son realmente decorativos y muy resistentes. Lo más tradicional ha sido plantar árboles cítricos como naranjos o limoneros, que además tienen hoja perenne y un precio no demasiado elevado, ya que un ejemplar maduro puede costar alrededor de 75 €. Si se trata de árboles frutales de pequeño tamaño (en macetas de hasta 20 cm), su precio puede ser de unos 15 €. Otros árboles frutales comunes son los manzanos, los cerezos o los almendros.

Árboles de sombra

Los árboles de sombra son uno de los elementos más buscados para plantar en jardines destinados a disfrutar de ratos de ocio. Si se quieren plantar árboles de crecimiento rápido, el plátano de sombra, el álamo o el sauce son es ideales, pero hay que tener en cuenta que pueden llegar a tener un gran porte. Un abedul de 150/175 cm puede costar unos 50 €, y una acacia del mismo tamaño costaría unos 100 €. Un madroño de 2 m, en cambio, cuesta unos 300-400 €, mientras que los olivos pueden costar hasta 2.000 €.    

Árboles madereros

Este tipo de árboles pueden ser de hoja perenne o caduca. Hay también infinidad de especies, algunas muy comunes en parques, otras ideales para jardines por su pequeño porte. Algunos ejemplos son el álamo, el chopo o el roble. Algunas variedades de pinos son muy baratas si se compran pequeños, costando entre 4-5 €. Una gran ventaja es que se trata de árboles muy resistentes. 

Árboles ornamentales

A la hora de decorar un jardín con árboles hay infinidad de posibilidades. Árboles pequeños como ficus, tuyas o adelfas pueden servir perfectamente para separar diferentes espacios dentro de un jardín. Su precio dependerá de su edad o altura: un ficus de entre 1,80 y 2,10 m puede costar unos 60-120 €, mientras que los palmitos pueden costar desde los 20 €.

¿Cuánto cuesta plantar árboles?

El precio de plantar árboles dependerá del tipo de árbol y de su tamaño, así como de la preparación que requiera el terreno. Si fuera necesario labrar, desbrozar o fertilizar el terreno, el coste ascendería considerablemente. De manera orientativa, se puede hablar de los precios siguientes:

• Plantar un árbol menor de 15 cm con medios manuales y sin preparación del terreno puede costar unos 10-15 € (sin incluir el precio del árbol).
• Plantar dos árboles en jardineras de obra preparando el sustrato: 175 €.
• Trasplantar un olivo de un hueco de 0,50 x 0,50 m a una maceta grande: 65 €. 
• Trasplantar un árbol de 0,90 m de diámetro utilizando una trasplantadora: 450 €.
• Trasplantar un árbol de 1,60 m de diámetro mediante trasplantadora hidráulica: 900 €.

Otra opción, sobre todo útil para terrenos poco cuidados, consiste en hacer un estudio agronómico para analizar qué tipo de cultivos y plantas son más adecuados a cada lugar según las características del suelo y del clima. Realizar un estudio agronómico y plantar árboles en una finca descuidada puede costar unos 900 €.

El precio por hora que cobran los jardineros suele ser de unos 35 €/h, a lo que se deberá añadir el precio de los materiales, abonos y productos utilizados, así como el precio de los árboles a plantar.

En cuanto al precio de los árboles, dependerá de la especie y de cada vivero. A modo de ejemplo, pueden tener los siguientes precios:

• Árboles de hoja perenne: una mimosa pequeña puede costar unos 45 €; un árbol de fuego con diámetro de tronco de 0,50 m, unos 350 €; un olivo unos 850 €; un ficus pequeño unos 200 €.
• Árboles de hoja caduca: un cerezo de 12-14 cm de diámetro de tronco cuesta unos 90 €; un fresno del mismo tamaño, unos 50 €; una higuera de gran porte, unos 1.500 €. 
• Palmeras: una palmera de 1,50 m de altura puede costar unos 400 €.

Consejos al plantar árboles

• Elegir la especie y variedad de árbol

  La elección del tipo de árboles que se van a plantar es importante, sobre todo cuando se busca una función meramente ornamental. Siempre es interesante plantar árboles autóctonos por una cuestión de mantenimiento. Las especies propias de cada región están perfectamente adaptadas tanto al tipo de clima como al suelo, de modo que su supervivencia está garantizada y, además, necesitarán menos cuidados. 

  También conviene valorar si es preferible plantar árboles de hoja caduca o perenne. Hay que tener en cuenta que los primeros perderán el follaje en invierno, no así los de hoja perenne. Si se van a poner delante de una fachada, por ejemplo, mejor de hoja caduca porque en verano darán sombra, mientras que si se plantan alrededor de una piscina, los de hoja perenne serán la mejor opción.

• ¿Árboles jóvenes o árboles adultos?

  Siempre resulta más sencillo plantar árboles jóvenes que aún no tengan dimensiones grandes. Además, su posibilidad de supervivencia es más elevada que en el caso de los ejemplares adultos, y su velocidad de crecimiento mucho mayor. Pero también hay que tener en cuenta que con el tiempo adquirirán porte, por lo que conviene calcular bien el espacio que se deja alrededor, algo que no ocurre en los ejemplares adultos, que ya tienen su porte desarrollado.

• Preparar adecuadamente el terreno

  A la hora de plantar árboles y arbustos hay que tener en cuenta que se debe acondicionar el terreno previamente para asegurarse de que está en las mejores condiciones para recibir el árbol. Es importante desbrozar el terreno y labrar un poco el suelo para favorecer el drenaje y, si es posible, conviene hacer los hoyos días antes de la plantación. Tras colocar el árbol siempre hay que regar y aportar nutrientes extra con abono o algún fertilizante.  

• Tener en cuenta el mantenimiento del árbol

  A la hora de plantar árboles en un jardín es conveniente tener en cuenta que necesitan un mantenimiento mínimo que no se puede descuidar si se quiere que crezcan sanos y fuertes. El riego es fundamental, debe estar siempre adecuado a cada especie, pero no es el único trabajo. Para que los ejemplares cojan fuerza y crezcan adecuadamente es necesario podar los árboles y, además, es necesario vigilar y aplicar tratamientos para evitar plagas o hongos que puedan hacer peligrar su supervivencia.