Precios y Presupuestos para cambiar las bisagras

Las causas del deterioro de las bisagras son variadas. Lo más habitual es que sea el paso del tiempo y el uso continuo el que acabe provocando desgaste y daños en la pieza. Pero en ocasiones es un mal mantenimiento el origen de ese deterioro, puesto que las bisagras deben estar limpias y engrasadas para funcionar correctamente. De no ser así, se moverán con dificultades, provocando, a la larga, la rotura de la pieza.

También puede ser necesario cambiar las bisagras de una puerta de entrada si esta ha sufrido algún tipo de asalto y ha sido forzada. En el caso de puertas de interior, golpes fuertes por corrientes de aire o forzar su ángulo de apertura también provocan daños, así como el óxido, que puede obligar a cambiar incluso la bisagra de una puerta de aluminio. 

Para cambiar las bisagras, lo ideal es sacar la puerta de los puntos de anclaje. De esta manera es más sencillo retirar los tornillos y la vieja bisagra para colocar la nueva. Sin embargo, se puede hacer sin necesidad de retirar la puerta. 

Para ello hay que asegurarse que los repuestos son iguales. En primer lugar, se desatornilla y retira la bisagra central y se coloca la nueva. Luego habrá que seguir con la de la parte superior y finalizar con la de la parte inferior.

Para evitar que las bisagras se oxiden, si son de puertas de armarios, es importante cerrar muy bien las botellas de cualquier producto químico que se almacene en su interior. Y, en cualquier caso, es importante evitar la humedad y, de vez en cuando, limpiar bien de polvo y residuos las bisagras.

Si el óxido ya ha aparecido, habrá que limpiarlo con un producto específico y aplicar un producto antioxidante. La vaselina también previene la aparición de óxido.