Precios y Presupuestos para Construir una Casa Prefabricada de Acero

La estructura de acero se reviste con muros forrados de materiales que consiguen un elevado nivel de aislamiento tanto térmico como acústico. Las viviendas, además, se suelen instalar sobre forjados con cámara de aire que evitan la humedad del terreno. Por lo tanto, son casas que destacan por su eficiencia. No solo eso, son también construcciones sostenibles, puesto que se fabrican con materiales reciclables y la generación de residuos en su construcción es mínima.

Una de las mayores ventajas que tiene construir casa prefabricada de acero galvanizado es que el montaje de la estructura y la envolvente es muy rápido. Las piezas se hacen en fábrica y después tan solo hace falta transportarlas y ensamblarlas en el terreno. Gracias a ello, es posible tener completamente acabada una vivienda de estas características en apenas tres o cuatro meses, mucho menos de lo que se requiere en la construcción tradicional.

Estas son casas que se pueden personalizar al detalle, de ahí que se combinen diferentes materiales en su construcción. Lo más habitual es optar por una casa prefabricada de acero y hormigón, pero no es la única posibilidad. En entornos rurales, una alternativa que se integra bien en el espacio es construir una casa prefabricada madera y acero. En áreas urbanas o cuando se desean diseños más sofisticados, la elección puede ser una casa prefabricada de acero y cristal. 

El acero es un material muy estable, capaz de permanecer inalterable durante mucho tiempo. Soporta movimientos del terreno (incluso terremotos) o inclemencias meteorológicas extremas. Además, es inmune a la humedad y a la corrosión y tampoco se ve afectado por el fuego o la acción de plagas, lo que le diferencia de otros materiales con los que también se construyen casas prefabricadas. Por ello, la vida útil de una vivienda de acero puede superar los 70 años.

El acero como material de construcción es ligero y es resistente. Esto significa que es idóneo para cualquier diseño de vivienda prefabricada, puesto que es capaz de soportar cargas elevadas. A la vez, su transporte es más sencillo y el cálculo de materiales más ajustado, cuestiones que influyen en los costes de construcción. Hay que tener en cuenta, además, que el acero facilita la fabricación de las estructuras con una precisión milimétrica, lo que ahorra en mano de obra.