Precios y Presupuestos para Diseñar una Cocina

Si se va a cambiar la cocina tal vez sea porque la que hay ahora mismo no convence. Puede ser que simplemente sea vieja, o puede ser que el espacio se haya quedado pequeño. Sea como sea, a la hora de diseñar la cocina hay que tener en cuenta una serie de cosas.

• Distribución. La nueva distribución debe acoplarse al espacio, pero además, con un planificador se pueden barajar opciones más extremas como la unificación de estancias, pudiendo así contar con un espacio extra y por tanto con una distribución mucho más cómoda.
• Almacenaje. Alimentos, menaje, sartenes y cacerolas deben convivir todas en la cocina ¿se cuenta con espacio suficiente? En el diseño de la nueva cocina se pueden conseguir muebles mucho más funcionales. Optar por ejemplo por caceroleros, muebles rinconeros o despenseros, opciones muy interesantes para ampliar el almacenaje de una cocina.
• Calidad de los materiales. Es importante tener un buen diseño, pero también contar con buenos materiales. Hay que informarse bien, pues no es lo mismo una cocina lacada que una cocina polilaminada o laminada.
• Cambio de electrodomésticos. Evidentemente es opcional. No obstante, hay que tener en cuenta que quizá los viejos electrodomésticos no tengan nada que ver con el nuevo diseño de la cocina. Si hay suerte y son de integración, se pueden aprovechar un tiempo más. Si no lo son, hay que valorar el efecto estético de los viejos electrodomésticos con la nueva cocina.

Existen varios profesionales que pueden hacer un correcto diseño de la nueva cocina. Se pueden encontrar así decoradores, verdaderos expertos en la materia. Personas que se dedican a sacar el máximo partido de las estancias poniendo además un broche de distinción y elegancia. Es por tanto interesante contactar con un estudio de decoración. No obstante, no son los únicos. En cualquier casa de reformas, o por lo menos aquellas que estén orientadas a las reformas integrales, podrán ofrecer un planificador y buenos servicios. La mayoría cuenta con programas informáticos capaces de hacer recreaciones de la futura cocina, algo que vendrá muy bien para poder imaginarla antes de tenerla montada.

Cuando se reciben varios presupuestos de un diseño de cocina, generalmente el cliente se suele fijar en el precio antes que en cualquier otra cosa. No hay que confundirse. En un diseño hay otras variantes a tener en cuenta:

• El propio diseño. Es evidente que habrá diseños mejores que otros. Puede ser que el más económico no sea ni de lejos el que mejor aproveche el espacio de la estancia. Así pues, es conveniente elegir uno que además de un precio adecuado, cuente con una buena distribución y aprovechamiento del espacio.
• Calidad de materiales. No es lo mismo una cocina lacada que una cocina polilaminada. Por este motivo, es bueno fijarse bien en la calidad de los materiales que se han presupuestado, pues tampoco será lo mismo una piedra natural que una encimera de formica, por ejemplo.
• Tiempo estimado de la reforma. No parece lo más importante, pero lo cierto es que lo es, y mucho. No es lo mismo tardar cuatro semanas en realizar una reforma entera de cocina que tardar dos meses. Así pues, hay que tener esta parte clara y completamente asegurada, ya que evitará muchos quebraderos de cabeza futuros.

Los diseñadores y montadores de cocina están acostumbrados a vestir espacios sin problemas. Por eso, una buena forma de obtener la máxima funcionalidad en una cocina es solicitar un diseño donde enseñen a sacar el máximo partido al espacio. Por ejemplo: 

• Si se trata de un espacio lineal y estrecho, toda la cocina irá en una pared. 
• Si la cocina es más bien cuadrada, lo mejor es decantarse por una cocina en L que permitirá usar dos de las paredes y aumentar el espacio de almacenamiento. 
• Si se piensa en un diseño abierto o se tiene un espacio realmente amplio, la cocina en U será ideal. Se pueden ocupar 3 paredes y añadir una isla con la que aumentar la funcionalidad de este espacio.

No, realmente, a la hora de montar una cocina hay que tener en cuenta el conocido como “triángulo de trabajo” para obtener la máxima funcionalidad y eficiencia dentro de este espacio. Este triángulo está compuesto por el horno, el fregadero y la nevera. Estos elementos deben de estar lo más cerca posible entre sí pero evitando un contacto directo. Normalmente las tomas de agua y luz ya tienen previsto este triángulo y estarán colocadas de forma natural pensando en él. Es recomendable, igualmente, situar el lavavajillas cerca del fregadero y de los muebles donde se vayan a ubicar los platos, vasos y cubiertos de uso diario para ahorrar mucho más tiempo. 

Sí, efectivamente las hay. A la hora de instalar una cocina hay que tener en cuenta la ventilación, que sea correcta y adecuada, y que tanto el circuito eléctrico como el gas estén bien instalados y cumplan con la normativa vigente.