Instalar Acumulador de Calor Eléctrico: Precio y Tipos

Tipos de acumuladores de calor

Acumulador de calor dinámico

Son los acumuladores de calor más eficientes. La convección se realiza de manera forzada gracias a un ventilador que hace que el aire circule por los conductos del núcleo del acumulador. Su aislamiento térmico evita pérdidas del calor acumulado y en ellos es posible controlar mejor la temperatura del calor que se emite.

El precio de un acumulador de calor dinámico de bajo consumo parte de unos 600 €, aunque la potencia, la marca y el modelo pueden elevar el precio hasta alcanzar los 2.000 €,

Acumulador de calor estático

Son los acumuladores más sencillos y económicos. Irradian el calor por convección natural a través de su envoltura metálica o por radiación. Significa que es más complicado controlar la temperatura del calor que emiten a la estancia. A pesar de ello, son aparatos eficientes que permiten mantener la temperatura estable. 

El precio de un acumulador de calor eléctrico estático parte de unos 300 €, sin embargo, algunos modelos pueden incluso duplicar ese precio, según su potencia.

¿Qué es un acumulador de calor?

Acumulador de calor

Es un equipo de calefacción que almacena energía térmica en su interior para posteriormente liberarla a lo largo del día. Se trata de un sistema que funciona mediante energía eléctrica, de ahí que para la recarga sea conveniente aprovechar las horas en las que la luz es más barata. Esa energía térmica se acumula en una placa cerámica que hay en su interior, aunque también hay acumuladores de fluido. En este último caso, el radiador se calienta en menos tiempo, pero la inercia térmica también es menor, es decir, necesita mayores ciclos de carga y descarga para mantener la temperatura.

Para qué sirve un acumulador de calor

Los acumuladores de calor son sistemas de calefacción, por ello, su función principal es la de calentar estancias. Pero además de ello, estos equipos pueden proporcionar un ahorro en la factura energética. El requisito para ello es aprovechar los horarios en los que el precio de la luz es menor para hacer la recarga y soltar el calor cuando ese precio es más elevado. Otra forma de ahorrar gracias a ellos es utilizarlos en instalaciones de energía solar para aprovechar los excedentes de producción y cargar con ellos esos acumuladores. Por ello, aunque en el caso de algunos modelos de acumuladores de calor los precios puedan ser algo elevados, se amortizan en un periodo de tiempo asumible

Cómo funcionan los acumuladores de calor

Los acumuladores de calor llevan en su interior unas resistencias eléctricas. Estas son las que se encargan de calentar ladrillos de un material refractario. Estos, a su vez, son los que acumulan la energía térmica que más tarde se liberará para calentar las estancias. Es posible determinar qué temperatura debe alcanzar ese núcleo, cuanto mayor sea, más energía se almacenará en el acumulador y se podrá liberar después. 

Ventajas de los acumuladores de calor

• La instalación de acumuladores de calor es sencilla, mucho menos exigente que la de otros sistemas de calefacción. El único requisito es tener espacio suficiente para ellos y un enchufe cerca. Algunos incluso disponen de ruedas para poder cambiarlos de ubicación.

• No es necesario realizar obras para disfrutar de un sistema de calefacción mediante acumuladores de calor. No requieren de tubos ni de salidas de humos que obliguen a demoler tabiques o levantar suelos.

• Los acumuladores de calor son un sistema de calefacción muy seguro, entre otros motivos porque no necesitan de ningún tipo de combustible para poder funcionar. Tampoco necesitan un lugar para almacenarlo.

• Estos aparatos no generan humos ni emiten gases contaminantes, puesto que no funcionan mediante combustión. Tampoco generan ruidos ni olores.

• Los acumuladores eléctricos permiten ahorrar en la factura energética si se contrata una tarifa con discriminación horaria. La carga se realizará en las horas en las que la luz es más barata.

• Estos aparatos permiten disfrutar en casa de una temperatura agradable y estable durante todo el día porque liberan calor las 24 horas. Además de ello, son programables, lo que añade un extra de confort.

• Los acumuladores son capaces de gestionar la carga para adaptarse a variaciones de temperatura, lo que incrementa la sensación de confort y mejora la eficiencia.

• El mantenimiento de los acumuladores de calor es mínimo. De hecho, basta con una inspección visual de vez en cuando para comprobar que las conexiones están en perfectas condiciones.

• Con acumuladores de calor no es necesario pasar inspecciones periódicas obligatorias, lo que implica un ahorro destacable.

• Los acumuladores se adaptan a cualquier tipo de inmueble y de necesidad. Simplemente hay que elegir el modelo más adecuado, estáticos cuando la demanda de calor es elevada y dinámicos para cuando esta es variable.