Precios y Presupuestos para Instalar un Portero Automático en una Comunidad de Vecinos

Instalar un telefonillo en una comunidad requiere de su aprobación en junta de propietarios. En concreto, el artículo 17 de la Ley de Propiedad Horizontal señala que el establecimiento o supresión de servicios de portería, conserjería, vigilancia o servicios comunes de interés general requieren el voto favorable de 3/5 partes de los propietarios que representen, a su vez, 3/5 partes de las cuotas de participación. La instalación de un portero automático podría englobarse en este apartado de la ley.

Una vez que se ha aprobado instalar e portero automático en la comunidad, el siguiente paso sería solicitar presupuestos y elegir el más ajustado a las necesidades o el presupuesto. El coste de la instalación correrá a cargo de los presupuestos de la comunidad como un gasto más. Si fuera necesario imponer una derrama las cuotas se calcularán en función del porcentaje de participación de cada propietario o de forma igualitaria, según esté recogido en los estatutos de la comunidad. 

Existen muchos modelos de porteros, con características diferentes. Al hablar de comunidades, los más indicados son los digitales. Se trata de aparatos que cuentan con un código específico para cada usuario, de modo que las conversaciones son privadas y no hay posibilidad de que otro vecino escuche accidentalmente.

Otra opción habitual es la de instalar un videoportero en la comunidad de vecinos. La ventaja de estos aparatos es que permite una mayor seguridad, al poder ver quién llama a la puerta.

Tanto si se opta por instalar un portero automático con cámara como si es convencional, lo habitual es contratar un servicio de mantenimiento que asegure el correcto funcionamiento de la instalación común y resuelva las posibles averías que se puedan producir en ella. El coste de ese servicio dependerá de las coberturas que ofrezca.

Lo que no se incluye en él son los telefonillos individuales, los que se instalan en el interior de las viviendas. En ese caso, la responsabilidad de mantenimiento es el propietario de la casa.