Limpieza integral: Precio y Presupuestos

¿Cuándo hacer una limpieza integral?

Al comprar o alquilar una casa

Cuando se accede a una nueva vivienda, ya sea por compra o por alquiler, lo más común es que la casa no esté totalmente limpia y se haya acumulado algo de polvo. Antes de entrar es el momento más adecuado para hacer una limpieza integral. También es importante planear un limpieza integral si como propietario se piensa en vender o alquilar.

Después de hacer reformas

Las reformas de cualquier vivienda van a permitir que esta luzca como nueva pero, una vez acabadas, el polvo y la suciedad van a llegar a llegar a todos los rincones. Además, muchos de los materiales instalados vienen de almacenes. Una limpieza integral es también la mejor opción en los casos en los que se hacen obras.

Antes de organizar una limpieza periódica

La idea de contratar una limpieza periódica es la de que haya un mantenimiento asiduo que evite que se acumule la suciedad. Si hay bastante trabajo, es recomendable hacer una limpieza integral antes de empezar con las posteriores labores de mantenimiento. También resultará más barato el servicio periódico al tener que invertir menos horas.

Como paso previo a abrir un negocio

Al igual que sucede con una nueva casa, un nuevo negocio necesita las mejores condiciones del local comercial en el que se va a desarrollar. Tanto si es por cambio de actividad que por reapertura, qué mejor imagen que un local limpio. Las empresas profesionales cuentan con vehículos, maquinaria de pulido y productos específicos para dejarlo todo como nuevo.

En situaciones especiales

Así mismo, existen casos particulares en los que la mejor solución es optar por una limpieza integral debido a la situación. En estos casos nos estamos refiriendo a limpiezas de toda una fachada, de cristales en altura o de casos traumáticos como los derivados por un síndrome de Diógenes.

3 consejos para buscar un servicio de limpieza integral

• Contratar a profesionales o una empresa con experiencia en estos trabajos

  La realización de una limpieza integral es algo más compleja que una limpieza al uso. Debido precisamente a esto, es importante que los trabajadores que lleven a cabo esta tarea sean profesionales que estén perfectamente familiarizados con la labor que tienen que desempeñar. Esto permitirá evitar contratiempos de última hora o trabajos que no sean del todo satisfactorios. 

• Revisar los productos que se van a usar

  A la hora de llevar a cabo una limpieza integral, es recomendable que antes de empezar se supervisen los productos de limpieza que se van a usar en el trabajo. Nadie conoce mejor el inmueble que el cliente que ha contratado los servicios de limpieza integral y, es posible, que algún tipo de producto concreto no esté recomendado para una estancia o muebles determinados.

• Garantía, plazos y procedimientos de la limpieza

  La mejor manera de conseguir que la limpieza integral dé buenos resultados es hablar previamente con el encargado para que quede perfectamente claro qué es lo que se espera y lo que no. En este sentido, cuanta mejor comunicación haya entre el cliente y la empresa de limpieza integral, mejores resultados se podrán esperar. Por ello, es importante que se acuerden desde el principio todos los aspectos relativos a las garantías, los plazos y los procedimientos que se van a usar durante la limpieza. 

Detalles a tener en cuenta en una limpieza integral

• La limpieza de esas zonas olvidadas

  Las carpinterías de una vivienda, así como los rodapiés, son partes concretas que habrá que limpiar de forma personalizada cuando se lleve a cabo una limpieza integral. Es importante ser conscientes de ello ya que, muchas veces, pasan desapercibidos y pueden ser lugares en los que se acumula mucho polvo.

• Los muebles de la cocina se pueden mover

  Aunque mover los muebles de la cocina para limpiar es algo que puede dar mucha pereza y no se suele hacer, se trata de algo básico para hacer una limpieza integral. En caso de no poderse al estar encajados o fijados a la pared, es posible desmontar cajoneras y puertas para poder llegar a todos los rincones y acabar con la grasa.

• Electrodomésticos y tapicerías

  Algunos de los muebles que forman parte de la casa necesitarán un tipo de limpieza más personalizada. En el caso de los electrodomésticos, se deberá llevar a cabo la limpieza con productos especialmente formulados para cada caso y, además, es fundamental que se muevan para limpiarlos por todos los lados —lavadoras o frigoríficos—. Así mismo, en el caso de las tapicerías de los sofás y sillones, lo mejor será contar con un aspirador y productos específicos que sea capaz de dejar las tapicerías como nuevas.

Una limpieza integral paso a paso

1. Despejar el espacio

   Lo primero que se deberá hacer en una limpieza integral es hacer sitio para poder limpiar cada rincón. O lo que es lo mismo:

   • Tirar lo que no se quiera.
   • Mover muebles y electrodomésticos de lugar.

   Se trata de un proceso bastante rápido y que va a permitir despejar espacios y limpiar en rincones en los que posiblemente nunca se haya limpiado.

2. Muebles y arquitectura interior

   A continuación, se procederá a llevar a cabo la limpieza más a fondo de las columnas o bigas al descubierto y de los muebles y electrodomésticos. Es mejor hacer primero la limpieza del interior. También será importante escoger productos específicos para cada material: madera, acero inoxidable, superficies pintadas, etc.

3. Limpieza estancia a estancia

   Una vez que los muebles y las habitaciones estén limpios, se deberá llevar a cabo la limpieza de todos los espacios. Paredes, techo y suelo se llevarán gran parte del tiempo dedicado aunque no conviene olvidar limpiar los cristales, los rodapiés, las puertas o los marcos de la ventana.

   Dependiendo de cada estancia el trabajo variará. La cocina y el baño requieren más tiempo mientras que para limpiar los dormitorios habrá que centrarse más en quitar el polvo.

4. No olvidar la limpieza del exterior

   En una limpieza integral ha de tenerse en cuenta también la limpieza del exterior. Escaparates en caso de locales, puerta de entrada/acceso, parte exterior de las ventanas o la misma fachada en caso de tratarse de una vivienda unifamiliar.

   También consideraríamos aparte las zonas con jardín, en las cuáles podría hacer falta también el conocimiento de un jardinero para las tareas de mantenimiento