Precios y Presupuestos para un Proyecto de División

El proyecto de división puede ser necesario en diferentes circunstancias. Por un lado, cuando se desea vender parte de un inmueble o segregarlo. También es habitual en el caso de la repartición de herencias. 

Además de ello, en edificios de obra nueva, el proyecto de división, que se debe presentar ante notario, sirve para para poder establecer las cuotas de participación. El proyecto de división horizontal de un edificio antiguo será necesario cuando las unidades en las que se quiera dividir no lo estén ya físicamente, puesto que si ya lo estuvieran, bastaría con un certificado técnico. 

El coste de un proyecto de división puede variar notablemente según algunos aspectos esenciales. El primero son los honorarios de los profesionales y que pueden variar notablemente de unos a otros. Junto a ellos, la complejidad del proyecto también puede elevar considerablemente el presupuesto. En este sentido, dependerá en buena media del tipo de inmueble y del uso que tenga.

Otros factores que también influyen en el precio son las tasas administrativas, que pueden variar de unos ayuntamientos a otros, así como los gastos de notaría y registro. Estos últimos se establecen según unos baremos oficiales en función del valor del bien escriturado.

El proyecto es imprescindible cuando no hubiera división previa de las unidades afectadas, ya sean viviendas, edificios o locales comerciales. Ese proyecto, que en el caso de comunidades de propietarios debe contar con la aprobación de la junta por una mayoría de tres quintos. Y, en cualquiera de los casos, se debe presentar en el ayuntamiento para obtener la autorización administrativa y la licencia de obras oportuna, que conllevan el pago de unas tasas municipales.

Si se trata de la división de viviendas mediante proyecto, es imprescindible que cumplan con la normativa de habitabilidad y con lo establecido en el Código Técnico de la Edificación, aunque la original no las cumpliera. Y, cuando se trata de locales, es importante comprobar previamente que tras la división o cumpla con los requisitos para determinadas desarrollar en él determinadas actividades.

Si no hay inconveniente en la división horizontal y el proyecto se autoriza, una vez hecha la división física, será necesario modificar las escrituras, notificar al Catastro y proceder al registro, aunque este último paso no es obligatorio.