Precio para quitar un cerramiento de una terraza o balcón

Los permisos van a depender de las circunstancias en las que se realizó el cerramiento y de lo que se pretende al retirarlo. Cuando el cerramiento se realizó con posterioridad a la construcción, en principio, no habría trabas burocráticas para ello. El requisito es que se devuelva el espacio a su estado original en todos los aspectos: materiales y acabados, impermeabilización, pendiente para desaguar, etc.

Además, para evitar problemas, será necesario contar tanto con el visto bueno de la comunidad de propietarios como con autorización municipal, puesto que se puede considerar como una reforma que afecta a la estructura del edificio y a la fachada. Esa autorización, por otra parte, conlleva el pago de tasas e impuestos e implica la necesidad de realización de proyecto a cargo de arquitecto o arquitecto técnico.

Los pasos dependerán del tiempo que haga que se realizó el cerramiento. Si no han pasado diez años, un técnico cualificado deberá redactar un proyecto de legalización, solicitar licencia de obras y, una vez concedida, abonar las tasas e impuestos correspondientes. Además, de ello, será necesario notificar y registrar el incremento de superficie útil. Si han pasado más de diez años, simplemente, se elimina la necesidad de solicitar licencia de obras, los demás requisitos se mantienen.

En lo que respecta al precio de la legalización, dependerá de las dimensiones y del coste de la obra. En líneas generales, puede suponer alrededor de un 10 % del coste establecido en el proyecto, un 6 % entre las tasas municipales y el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y el resto por la redacción del proyecto. 

Quitar un cerramiento de terraza tiene un coste muy variable. Aunque de media se sitúe en torno a 50 €/m lineal, ese precio es orientativo. Son diferentes los factores que condicionan el presupuesto. El primero de ellos son las dimensiones del cerramiento y sus características, por ejemplo, si es solo frontal o también tiene techo o el tipo de material con el que esté hecho.

Si es necesario emplear medios para trabajar en altura o medidas específicas de seguridad, el presupuesto se incrementará. También puede variar según otros aspectos, como el coste de la licencia para realizar los trabajos o de ocupación de vía pública, si es necesario colocar un contenedor. Finalmente, hay que tener en cuenta el coste del transporte a una planta de tratamiento, que será diferente según el volumen de los residuos.