Precios y Presupuestos para Reformar una Casa de Piedra

Revisar el estado de la casa de piedra

Lo primero que se deberá hacer antes de iniciar cualquier reforma será revisar el estado original de la casa de piedra. De esta manera, se localizarán los elementos deteriorados y en mal estado que serán los protagonistas de la reforma. En efecto, la reforma deberá centrarse en la mejoría de estos elementos dañados, así como en cualquier otro elemento que sea necesario actualizar más allá del propio deterioro causado por el paso del tiempo. 

Planificar la reforma y hacer un proyecto

A continuación, se deberá proceder a llevar a cabo la planificación de la reforma, que culminará en la elaboración de un proyecto de reforma que será el documento que servirá de base para llevarla a cabo. Este paso es fundamental, y deberá completarse antes de iniciar cualquier otro paso referido a la propia reforma. De esta forma, todo el trabajo tendrá su organización y funcionalidad, evitando al mismo tiempo realizar trabajos que luego no sean útiles en el contexto de la reforma en su conjunto. De esta manera, se deberá considerar qué elementos se mantienen y cuáles no, qué distribución se quiere para el conjunto, como el uso individual de cada uno de los espacios disponibles, etc. 

Contrastar presupuestos de profesionales

Otro de los aspectos que habrá que tener en cuenta cuando se esté pensando en cómo reformar una casa de piedra será contar con diferentes presupuestos para la reforma. Al igual que sucede con cualquier reforma u obra, los presupuestos que se pueden obtener de consultar a distintos profesionales van a variar, por lo que se recomienda que se consulten diferentes opciones antes de decantarse por uno de ellos. Así mismo, también se recomienda tener en cuenta tanto el coste final como la calidad del trabajo, ya que lo más barato no tiene que ser necesariamente lo mejor. 

Pedir las licencias para la reforma

El siguiente paso que se deberá llevar a cabo será la petición de las licencias correspondientes de la reforma. En este caso, lo más habitual será que solo sea necesario solicitar el permiso de obra. Sin embargo, según el tipo de casa y la ubicación de la misma, podría ser necesario solicitar varios permisos diferentes. En todos los casos, lo más recomendable será acudir al ayuntamiento correspondiente y preguntar por las particularidades de cada caso. 

Ejecutar la reforma de la casa de piedra

Finalmente, cuando se hayan completado todos los pasos anteriores, será cuando se estará realmente en condiciones de empezar con la reforma de la casa de piedra propiamente dicho. Es decir, iniciar las obras. 

Revalorizar la casa y mejorar su estética

Para ello, es fundamental que la reforma se lleve a cabo respetando el aspecto rústico original de la vivienda, que será su principal valor añadido. Una reforma de casa de piedra permitirá actualizar aquellas partes que necesiten cambios y las adaptará a las nuevas necesidades, pero manteniendo en todo momento la unidad y temática estética de este tipo de viviendas, vinculadas a los espacios naturales y, generalmente, de montaña. 

Mejorar el aislamiento térmico y la humedad de las paredes de piedra

Por otro lado, reformar una casa de piedra permitirá mejorar el aislamiento térmico y el aislamiento de la humedad tanto en las paredes de piedra como en las huecos de la estructura. El aislamiento de estas casas es fundamental debido a los entornos húmedos en los que suelen construirse. Por ello, contar con un buen aislamientos será una de las principales ventajas de ejecutar una reforma. En este sentido, es fundamental aislar correctamente las paredes a través de materiales específicos para ello, así como contar con carpinterías con puente térmico y doble acristalamiento. 

Aprovechar la reforma para mejorar la eficiencia energética de la casa 

Otro de los elementos que van a mejorar con creces gracias a la reforma de una casa de piedra es el uso que hace de la energía que consume. En estos lugares, la climatización en invierno se lleva una gran parte de la energía que se gasta. Por ello, la mejora del aislamiento térmico va a permitir amortizar mucho mejor este gasto, lo que repercutirá positivamente tanto en el medio ambiente como en la economía doméstica. Una de las opciones que no se debería pasar por alto es la instalar placas solares que sirvan de complemento a la energía de la vivienda. De esta forma, el gasto en energía se reducirá con creces.