Precios y Presupuestos para el Mantenimiento de Piscinas

¿Qué se hace en el mantenimiento de las piscinas?

Revisión de fugas

En piscinas de obra o prefabricadas que tienen cierta antigüedad pueden aparecer fisuras o grietas que originen filtraciones. Para repararlas, lo primero es localizar exactamente el punto de fuga. Después se procede a su reparación y sellado. En piscinas de obra puede ser necesario cambiar parte del revestimiento del vaso. Otra opción viable para todo tipo de piscinas es la colocación de un liner.

Renovar la lechada de la piscina o una reparación puede costar entorno a 300 €. La colocación de un liner puede costar, de media, unos 40 €/m², aunque dependerá del modelo.

Equilibrar el pH del agua

En cualquier tipo de piscinas, el control del pH del agua resulta clave a la hora de mantener el agua en buenas condiciones. Si está por debajo de 7,2 pueden aparecer irritaciones en la piel o en los ojos después de un baño, ya que el agua será ácida. Si está por encima de 7,6 el agua se enturbiará y aparecerán algas.

Conviene revisar periódicamente el nivel de pH. En caso de que no se encuentre en valores aceptables, hay que tratar el agua con productos específicos, que pueden costar a partir de 2 € - 3 €/litro.

Limpiar el vaso de la piscina

Es un trabajo básico de mantenimiento que ayuda a prevenir deterioros en el revestimiento y suciedad en el agua. Es recomendable hacerlo sin demasiado sol y con las paredes y el fondo de la piscina húmedos. Se suele utilizar desincrustante y aclarar un tiempo después, cuando se ha dejado hacer efecto al producto.

La limpieza también se puede hacer con la piscina en uso y siempre hay que incluir el vaso y los bordes. Y no solo limpiar, sino también hay que realizar la desinfección de las piscinas para eliminar todo tipo de virus y bacterias que pueda haber en la instalación. El precio dependerá del tipo de piscina y el nivel de suciedad, pero puede situarse a partir de los 150 € en instalaciones pequeñas.

Control del cloro

El cloro es el sistema que más se utiliza para controlar la calidad del agua de las piscinas y evitar la aparición de microorganismos que pueden ser nocivos para la salud. Un buen control es imprescindible, ya que en exceso también puede ser perjudicial. En los últimos años se está imponiendo la cloración salina sobre la química.

En lo que respecta al coste del trabajo, un servicio de cloración y desinfección de la piscina puede costar alrededor de los 150 €.

Antialgas

Si el mantenimiento de la piscina es el correcto, revisando los niveles de pH y de cloro, las algas no deberían aparecer. Pero una variación en sus niveles puede hacer que estos organismos proliferen con gran rapidez, enturbiando el agua y dándole un aspecto verdoso.

Si eso ocurre, conviene realizar un tratamiento con algicidas, además de continuar con el mantenimiento habitual de la piscina. Su coste es de alrededor de 10 € - 15 €/litro.

Limpieza y desinfección de elementos externos

Duchas, barras de sujeción y escaleras están expuestas al contacto, por ello es importante limpiarlas y desinfectarlas periódicamente para minimizar el riesgo de contagio por la presencia en ellas de microorganismos patógenos. El mismo procedimiento se debe utilizar en cualquier elemento o espacio de uso común, desde tumbonas o sombrillas hasta vestuarios. En este último caso, un trabajo de desinfección en profundidad puede costar alrededor de 400 €.

¿Cuánto cuesta el mantenimiento de piscinas?

Cualquier tipo de piscina debe estar sometida a un correcto mantenimiento. No obstante, el precio de este servicio varía en función de diferentes aspectos:

• Piscina privada o comunitaria: las piscinas comunitarias o de uso público están sometidas a un uso más intensivo. Por ello, las medidas de higiene y desinfección deben ser más rigurosas y realizarse con mayor frecuencia que en el caso de piscinas privadas. 

• Volumen de agua: cuanto más grandes sean las piscinas, más productos se emplearán en su mantenimiento y también mayor tendrá que ser la capacidad de depuración de los sistemas, de modo que el coste del mantenimiento también será mayor. 

• Material del vaso: hay materiales que necesitan poco mantenimiento, como es el caso de hormigón gunitado o el microcemento, que son estancos. Cuando la piscina está revestida de gresite, pintura o con un liner pueden aparecer con el tiempo fisuras o grietas que obliguen a realizar reparaciones cuyo precio puede oscilar entre los 300 € y los más de 1.000 €, dependiendo de si se trata de un arreglo puntual o es necesario cambiar el revestimiento.

Un buen mantenimiento debe incluir tareas de limpieza del vaso, filtros y skimmer. También el control de niveles de agua, pH, cloro, etc y su reposición. 

En el caso de una piscina particular de 6x3 metros, el servicio puede costar alrededor de 130 € y unos 180 € si las medidas son 10x5 metros. Con llenado y arranque inicial el coste puede alcanzar los 350 €.

Si se trata de una piscina comunitaria, el precio dependerá no solo de las medidas, sino del número de usuarios. De media, en el caso de una piscina de 8x4 metros, una empresa puede cobrar a partir de 120 €/mes incluyendo tratamiento de agua, limpieza y revisión de equipos. Sin embargo, en casos de piscinas más grandes o con un gran uso, el coste puede elevarse hasta los 400 €.

Consejos para mantener una piscina limpia durante todo el año

• Mantener buenos niveles de pH

  Uno de los aspectos más importantes a la hora de mantener una piscina en buen estado es asegurarse de que los niveles de pH del agua son los correctos. Es decir, que se mantienen en todo momento entre el 7,2 y el 7,6. De esta forma, también se evita que los ojos de los bañistas terminen rojos y otros problemas que surgen cuando el pH está demasiado alto o demasiado bajo, como la proliferación de mircroorganismos. 

• Limpiar el filtro

  El filtro es, sin duda alguna, una de las partes de mayor relevancia para mantener el agua de la piscina limpia, y su buen cuidado resulta imprescindible. No solo es recomendable mantener el filtro de la piscina limpio, sino también cambiar la arena de manera periódica. Lo más frecuente es hacerlo una vez al año, sobre todo antes de comenzar los meses de verano, que es cuando más se suelen usar las piscinas. 

• Desinfectar agua y elementos externos

  Existen diferentes productos diseñados para desinfectar el agua de las piscinas, como las tabletas de cloro, una de las opciones más recomendables para conservar el buen estado del agua. En casos concretos, como cuando surgen problemas de algas o de suciedad, es conveniente llevar a cabo un tratamiento de choque con dicloro granulado. Siempre se deben utilizar productos homologados por las autoridades sanitarias.

  Pero además de asegurar una buena calidad del agua, también es importante prestar atención a la desinfección de otros elementos de la piscina externos que están expuestos al contacto, es el caso de duchas, barandillas o escaleras. Para ello, se deben utilizar productos con capacidad virucida o bactericida autorizados por el Ministerio de Sanidad.

• Elaborar un plan de limpieza y desinfección

  Las piscinas necesitan cuidados constantes y estos pueden depender tanto de sus dimensiones como del uso que tengan. Sobre todo, si es muy intensivo y tienen una gran afluencia, conviene extremar las medidas de control, tanto de la calidad del agua como de la higiene de todos los elementos de la instalación.

  Para ello, se debe diseñar un protocolo específico para la limpieza y desinfección de las piscinas según sus características. En él se deben reflejar tanto las tareas de mantenimiento básicas como las de desinfección en profundidad que se deben realizar en determinados elementos, así como su periodicidad y los productos que se vayan a emplear en cada uno de los trabajos.

• La higiene de los usuarios influye en el mantenimiento de piscinas

  También aquellas personas que utilizan las instalaciones pueden contribuir a su buen estado y limpieza. Para ello, conviene explicar normas básicas de higiene en la piscina, tanto a nivel personal como en el uso de las instalaciones. Se puede realizar mediante la colocación de cartelería en puntos estratégicos como a la entrada, en los vestuarios o en el acceso al vaso de la piscina.

  Otra medida que puede contribuir a mejorar las condiciones sanitarias del recinto es la colocación de dispensadores de gel hidroalcohólico o la sustitución de los grifos manuales de los vestuarios por otros sin contacto.