Precio m² para instalar suelos de mármol

Antes de colocar un suelo de mármol es importante tener en cuenta la estancia o el lugar. En algunos casos deberán tener tratamientos o acabados específicos. Por ejemplo, en exteriores, conviene optar por acabados rugosos (abujarado, amolado, en bruto o flameado), puesto que hacen que el suelo no sea resbaladizo sen caso de lluvia o humedad.

En interiores, ese acabado rugoso es aconsejable en escaleras. En el resto, se puede optar por acabados envejecidos o pulidos. En este último caso, conviene aplicar algún tratamiento antideslizante, especialmente en baños estancias como baños y cocinas. En ellas, además, el suelo se debe impermeabilizar, ya que el mármol tiene cierta porosidad.

Dentro del mármol hay diferentes tipos, que se diferencian por características como el color, la veta o la dureza. El más extendido es el mármol blanco, común en suelos porque amplia visualmente los espacios. Dentro de este color, el Macael o el Ibiza son especialmente duros. En pavimentos también se emplean con frecuencia los mármoles cremas (dentro de ellos el Levante es el más común) y marrones, (el Imperial ofrece la ventaja de que permite todo tipo de acabados).

El mármol negro es menos frecuente en suelo, al igual que ocurre con otros colores, como el rosa, el azul o el verde. En cualquier caso, la elección de un tipo u otro dependerá de cuestiones, sobre todo, estéticas.

El mármol para pavimentos se puede presentar en diferentes formatos. En suelos de interior es más habitual el uso de placas de gran formato, que permiten una continuidad visual, con medidas que superan en algunos casos los dos metros de longitud. Lo habitual es que esas losas tengan formas rectangulares, aunque también pueden ser cuadradas.

Otro formato en suelos de mármol es más pequeño, baldosas o placas que se mueven entre los 30 cm y los 100 cm de longitud, también en formas rectas. En formato más pequeño son adecuadas para escaleras o para suelos en los que se vayan a combinar baldosas en otras formas o colores para crear diseños decorativos.

El mármol es un material elegante, pero también es delicado y tiene un precio elevado. Existen hoy en día alternativas que lo imitan casi a la perfección y que resultan más económicas y también más resistentes al desgaste, los golpes o las manchas. La más destacada son las baldosas cerámicas o porcelánicas, que se pueden encontrar imitando diferentes tipos de mármol que son ultrarresistentes, por lo que se pueden colocar sin inconvenientes en cualquier espacio.

Otras alternativas, aunque los acabados no consigan el nivel de los anteriores son los pavimentos pulidos (cemento u hormigón) o las losetas vinílicas, la opción más económica de todas ellas.