Precios y Presupuestos para Tasar Terrenos Solares

Tasar un terreno consiste en establecer su valor real de mercado. Para ello, se tienen en cuenta toda una serie de variables, desde el tipo de parcela de la que se trate y su uso hasta las medidas del terreno o las condiciones en las que este se encuentra. 

Otros factores que también influyen en el cálculo son la localización de la finca, la accesibilidad, si existe alguna limitación o restricción de uso o la normativa municipal o autonómica que pueda afectar al uso del terreno.

A la hora de hacer una solicitud de tasación conviene acudir a profesionales autorizados, especialmente si se necesita que la valoración tenga validez legal. En el caso de terrenos y solares, son ingenieros agrónomos, de montes, ingenieros técnicos agrícolas o ingenieros técnicos forestales quienes pueden realizar la valoración. Si hubiera en la finca algún tipo de construcción, podría realizarla un arquitecto, arquitecto técnico o ingeniero industrial. 

Al tasar un terreno o solar, independientemente de sus características, se debe cumplir con la Orden ECO/805/2003, de 27 de marzo. Esta establece las normas básicas para calcular el valor de tasación de vienen inmuebles.

A partir de ahí, existen diferentes sistemas de tasación, recogidos en la Ley del Suelo:

• Comparación directa: la valoración se basa teniendo en cuenta la de terrenos de similares características.
• Método de actualización de rentas: tiene en cuenta los rendimientos o rentas netas que produce el terreno, es decir, su capacidad para ofrecer beneficios. Es común en tasaciones de fincas rústicas.
• Método de coste: valora el valor de un inmueble en función de la suma del coste de sus componentes. También se usa en fincas rústicas.
• Método residual: puede ser estático o dinámico. En el primer caso se tiene en cuenta únicamente el precio y costes del momento de la tasación. En el método dinámico también se valoran precios y costes futuros. Es el sistema más común para tasar terrenos urbanos.