Precios y Presupuestos para Techos de Cristal

Los techos de vidrio pueden diferenciarse según sean fijos o móviles. Cada uno tiene características, ventajas e inconvenientes:

• Techos móviles: son los más versátiles, ya que permiten disfrutar tanto de un espacio abierto como cerrado según las necesidades o la climatología. No es su única ventaja, además, se pueden configurar de diferente forma para garantizar mayor o menor apertura. Así por ejemplo, un techo con 1 hoja fija y 2 móviles tendrá una apertura aproximada del 66 %, mientras que uno con hoja fija y 4 móviles puede alcanzar el 80 %. En cuanto al sistema de apertura, puede ser tanto manual como motorizada.

Por sus características son más caros. En cuanto a su instalación, son más comunes en áticos, terrazas y patios. Su precio puede partir de unos 300 €/m² con cristal laminado de seguridad.

• Techos fijos: su coste es menor que en el caso de los techos móviles y su instalación es más sencilla, pero no permiten abrir el espacio de ninguna manera. A cambio, ofrecen un buen aislamiento térmico y acústico. Son comunes en el caso de porches de viviendas unifamiliares y también en terrazas de establecimientos de hostelería. Su coste partiría de unos 160 €/m².

El tipo de cristal elegido es importante tanto en el aspecto del aislamiento térmico y acústico como en el de la estética. Dependiendo de las necesidades, se puede optar por diferentes tipos de vidrio:

• Vidrio laminado: es un tipo de acristalamiento formado por dos o más cristales unidos por láminas de butiral de polivinilo que le dan una mayor resistencia e impiden que en caso de rotura los trozos de cristal se dispersen. Además, por su grosor, este tipo de vidrios ofrecen un buen nivel de aislamiento. 
• Vidrio solar: es un cristal doble térmicamente reforzado que deja pasar la máxima cantidad de luz, pero reduce la cantidad de calor que absorbe el acristalamiento. Es, por ello, recomendable en zonas especialmente cálidas, en las que ayuda a rebajar el gasto en climatización. 
• Vidrio con cámara de aire: en este caso, los cristales están separados por una cámara que contribuye a un mayor aislamiento térmico y también acústico. El nivel de protección dependerá tanto del grosor de los cristales como de la cámara y de si esta está rellena de gases nobles o no. 
• Cristal opaco: es una solución que garantiza una mayor privacidad sin perder por ello protección, ya que puede ser la lámina de butiral de polivinilo la que aporte esa opacidad. Este tipo de cristal suele ser más habitual en patios o lugares especialmente expuestos.

El tipo de cristal elegido puede influir sensiblemente en el presupuesto. El grosor de los cristales o los tratamientos específicos para mejorar el aislamiento pueden elevar su coste por encima del 20%. Otra cuestión importante es que hay alternativas al vidrio. La más habitual es el policarbonato, también muy resistente, pero con un menor grado de transparencia que el vidrio. 

La perfilería es otra de las cuestiones que se deben tener en cuenta a la hora de poner un techo de cristal: 

• Aluminio: es un material ligero, perfecto por tanto para techos móviles. También es económico y se puede trabajar en acabados muy diferentes. Sin embargo, para que ofrezca buen aislamiento deber tener rotura de puente térmico, que eleva considerablemente el precio.
• PVC: es ligero, resistente a la intemperie y buen aislante, algo muy importante en techos de cristal. Sin embargo, no se fabrica en tantos acabados como el aluminio. 
• Acero: por su gran resistencia, es adecuado en el caso de grandes cerramientos, ya que hace innecesaria la colocación de pilares de apoyo en el centro. Lo habitual es que se combine con aluminio.
• Madera: aporta calidez y un acabado natural, pero la necesidad de un buen mantenimiento hace que no sea habitual en cerramientos. Por lo general se opta por PVC o aluminio en acabado que imita a este material. En caso de emplearse, quedaría limitada a techos fijos.

La perfilería es una partida importante también en el presupuesto. Puede suponer oscilaciones por encima de 10%. 

• Instalar un techo móvil de 5,2x1,7 m con estructura de aluminio en un ático tendrá un coste aproximado de unos 3.200 €.
• En el caso de un techo de cristal fijo con estructura de hierro galvanizado y una medida de 3,75x3,2 tendría un sote de unos 3.400 €, aproximadamente. Un 10% correspondería a mano de obra.
• Poner un techo de cristal en un patio interior fijo de 3x2 m, en vidrio laminar de 6+6 mm costaría alrededor de 1.100 €.
• Un techo de cristal de seguridad sin perfilería para cubrir un espacio de 5 m² puede suponer una inversión de unos 1.000 €.
• Una pérgola de cristal de 3x5,5 m y estructura de aluminio puede tener un precio aproximado de unos 900 €, a lo que habría que sumar otros 200 € de instalación.