Tener una mascota en casa es una experiencia que aporta numerosos beneficios a todos los miembros de la familia. Además del cariño y la compañía que nos dan, está demostrado que las personas con mascota son más felices, enferman menos, son más resistentes a las alergias, mejoran sus relaciones sociales, hacen más ejercicio y tienen el corazón más saludable. Pero su cuidado, no obstante, también supone una carga de responsabilidad para que su salud y la de los tuyos esté garantizada. Los siguientes consejos te ayudarán a formar a tu nuevo amigo y a preparar tu casa para recibirlo, conservando tu hogar limpio y ordenado.
En este artículo
- Su refugio
- Enséñale cuál es su sitio
- Introdúcela poco a poco en el resto de la casa
- Solo en casa
- Sus necesidades básicas
- Su higiene
- Los olores
- Paredes
- Los suelos
- Cortinas
Su refugio
Reserva un espacio para la nueva mascota y prepáralo con una cómoda cama o un mueble y enséñale a que este es el único que se le permite emplear. Cubre la cama con una funda de un material lavable como el cuero o el vinilo, que son fáciles de limpiar. No lo coloques en las habitaciones de dormir si no quieres que se suba a las camas.
Enséñale cuál es su sitio
Acostúmbrale a estar en su cama y no en tus muebles. Comienza con una correa atada a la pata de una mesa, que no le permita alejarse de su lecho, y siéntate en una silla o sofá cercano para hacerle compañía. Mientras, dale algo emocionante para que lo mastique y se distraiga, como un juguete de peluche o un hueso simulado de cuero. Si tienes un gato, puedes dejarle una bola de lana para que juegue con ella. Las mascotas, si tienen una alternativa atractiva, son mucho más propensas a mantenerse fuera de los muebles.
Introdúcela poco a poco en el resto de la casa
Hasta que tu mascota aprenda las reglas de la casa, no la dejes acceder las habitaciones con sofás, camas o cualquier otro mueble que no quieras que toque sin tu supervisión. Introdúcela poco a poco en esas habitaciones y estate preparad@ para desanimarla, suave pero persistentemente, cuando intente saltar sobre el mobiliario. Emplea una correa corta y, si intenta alzarse sobre el sofá, contrólala con la correa y aléjala con delicadeza. Asegúrate de que tu mascota hace por lo menos 30 minutos de ejercicio al día, pues un perro cansado es menos propenso a destruir cosas.
Solo en casa
Cuando lo dejes solo en casa usa cajas o una valla para evitar que ande libremente por la casa hasta que tenga implantados los modales adecuados. Proporciónale un buen montón de juguetes para que tu perro los mastique o un trozo de madera para que el gatito lo arañe. Una mascota distraída será menos proclive a ensañarse con tus muebles y tu ropa.
Sus necesidades básicas
Elige un lugar fijo en el que colocar sus cuencos a prueba de derrames, preferiblemente que no sea en la cocina, pues ahí la higiene debe ser máxima. Puedes colocar un mantel absorbente bajo el comedero y el bebedero para facilitar la limpieza. Para los gatos, reserva un rincón en el que poner su caja con arena específica (que mitiga el olor), y recuerda que debes cambiarla al menos una vez al día. Lava frecuentemente la manta y la ropa de cama de tu mascota y utiliza un rodillo para eliminar la pelusa.
Su higiene
Baña a tu perro una vez al mes con un champú especial; una mayor frecuencia podría deteriorar su manto protector. Sécalo con una toalla y aire caliente para evitar olores. Cepíllalo regularmente para eliminar la piel muerta y evitar que la pelusa invada tu casa, y recortarle las uñas para impedir que se la afile en tus muebles. También es aconsejable que recortes el pelo próximo a su parte inferior para evitar que se aferren los excrementos. Por último, límpiale la boca y las patas después de las comidas (dispones de juguetes comestibles que les limpian los dientes y combaten el mal olor bucal).
Los olores
SI tu perro es de pelos largos y es propenso a desprender un olor fuerte, puedes mitigar el hedor espolvoreando un poco de bicarbonato sobre el can o cepillarlo con una disolución de vinagre de manzana y agua.
Paredes
Emplea pinturas o papeles pintados lavables en las paredes de las habitaciones en las que tu perro pueda salpicar saliva. Evita las paredes de tela o revestimientos delicados en la parte inferior de los tabiques a los que tu gato pueda llegar y raspar para afilarse las uñas. Ponle un rascador en el que se las pueda afinar.
Los suelos
Huye de las moquetas difíciles de limpiar, especialmente en las primeras etapas en las que pueden empaparse de orina, que es casi imposible de eliminar. Si tienes alfombras orientales de vegetales teñidos, guárdalas hasta que tu mascota esté totalmente domesticada, que suele ser a partir de los ocho meses. Si tienes parqué de madera, séllalo con poliuretano para evitar que se impregne del olor del orín.
Cortinas
Evita cortinas de lamas, borlas adornadas y cordones largos que puedan suponer un riesgo de estrangulamiento. Si un perro se ve atrapado en cualquiera de estos, podría entrar en pánico, arrastrar y tirar los objetos de su alrededor.
Si te has decidido a incorporar una mascota en tu casa, recurre a la adopción. Hay demasiados animalitos abandonados que están buscando dueño…
hace 8 años
Por favor qué monada todo!!!!! No sabría qué elegir... Hay cosas muy cucas lo malo es que no están habitualmente tan tranquilitos como en las fotos y puede acabar bastante destrozado...
hace 6 años
Todo precioso: sobre todo => ADOPTA, yo tengo dos perritos adoptados!!