Diseñar jardín en Madrid (Provincia): Precio y Presupuestos

Aunque muchas veces montar un jardín es algo que se va haciendo sobre la marcha, si lo que se quiere es tener un jardín realmente bonito y bien ordenado, lo más aconsejable es ponerse en manos de un experto paisajista que lleve a cabo un diseño concreto que tenga en cuenta todas las necesidades del cliente y las posibilidades del propio jardín. De esta manera, se consiguen jardines que, además de ser funcionales, también son mucho más atractivos y estéticos, donde se podrán pasar horas y horas disfrutando de este espacio de la casa tan agradable. 

A la hora de diseñar un jardín hay que tener en cuenta una serie de factores importantes. En primer lugar, el espacio real con el que se cuenta. En muchos casos, se intentan poner demasiadas cosas en un espacio pequeño, lo que conlleva como resultado un jardín saturado y donde la estancia no termina de ser todo lo agradable que podría llegar a ser. Por otro lado, también se puede dar el caso contrario. Es decir, jardines en los que, por falta de dedicación o por no querer saturarlo, terminan siendo auténticos páramos con instalaciones de poca calidad y que difícilmente cumplirán con las expectativas de los usuarios. Gracias a un diseño bien planificado y el ojo profesional de los paisajistas, se podrán evitar estas dos situaciones, lo que permitirá aprovechar al máximo el espacio disponible sin que ello afecte a la estética del jardín. 

Cuando se vaya a diseñar un jardín en Madrid y se contraten los servicios de un paisajista, hay que tener en cuenta que el coste del diseño dependerá tanto de los honorarios de los profesionales que se ocupen del trabajo como del tamaño del propio jardín, es decir, a mayor tamaño, mayor coste. De media, se puede hablar de un coste que puede ir desde los 3.000 € a los 6.000 € en el caso de un jardín estándar de unas dimensiones aproximadas de unos 100 m². 

Esta diferencia entre un precio y otro dependerá, además, de factores como los elementos que se quieran incorporar en el diseño y que, según la dificultad o complejidad del diseño, incrementarán el coste. En este sentido, elementos arquitectónicos o que requieran de obras (como puede ser construir una piscina, un cenador, construir un muro de contención, etc.) son buenos ejemplos de este tipo de elementos.