Precios y Presupuestos para Insonorizar un Estudio de Grabación

Las soluciones más habituales pasan, en primer lugar, por paredes dobles de placas de yeso, normalmente rellenas con materiales con una elevada capacidad aislante frente al ruido, como son la fibra de vidrio o la lana mineral o de roca. En segundo lugar, cabe la posibilidad de forrar las paredes con paneles acústicos o con espuma acústica de alta densidad, bien en forma de cuña, bien en forma de pirámide. 

El coste dependerá del sistema elegido. Si se trata de trasdosados rellenos de lana de vidrio, el precio se sitúa a partir de 50 €/m², pero puede alcanzar 150 €/m². 

El objetivo es evitar, al igual que ocurre con las paredes, que los ruidos aéreos puedan llegar a inmuebles colindantes. Para ello, se suele optar por un falso techo de dobles paneles de material absorbente de alta densidad y placas de yeso acústico. 

En su instalación es fundamental que la estructura metálica que sostiene el falso techo tenga tirantes antivibratorios. Además, se deben colocar burletes amortiguadores en el encuentro con las paredes. El coste del trabajo parte de unos 80 €/m², aunque puede elevarse sensiblemente según las dificultades de la instalación. 

En los suelos, además de aislar acústicamente frente al sonido aéreo, es también importante hacerlo frente a impactos o roces. Para ello, una solución habitual es instalar un suelo flotante con planchas de poliuretano aglomerado de alta densidad y una capa de compresión de hormigón sobre la que se coloca el suelo elegido. Es importante que haya solape con los paramentos verticales para garantizar que haya un cierre estanco entre ambos elementos. El precio se sitúa a partir de 30 €/m².

Insonorizar la cabina de grabación significa crear un espacio completamente estanco. Por ello, es importante recubrir de materiales aislantes todo el espacio interior, asegurándose de que los materiales se solapan y no quedan resquicios por los que pueda escapar el ruido. Lo habitual es revestir techos y paredes con paneles de espuma de alta densidad, además de colocar suelos aislantes e instalar puertas acústicas. Insonorizar una pequeña cabina de grabación puede costar a partir de 5.000 €.

Las puertas son uno de los puntos débiles por los que es más fácil que se propague el ruido. Por ello, es imprescindible asegurar un cierre perfecto. Una capa de material aislante o una manta acústica y burletes no siempre son suficientes. La opción más eficiente es la instalación de una puerta acústica, normalmente de chapa de acero, rellenas de materiales fonoabsorbentes y cierres de presión con juntas de neopreno. Hay modelos capaces de aislar hasta 50 dB y su precio medio se sitúa alrededor de 300 €.