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Precios de pérgolas
Tipo de pérgolas | Precio (300 x 300 cm) |
Pérgola de madera | 3.000 € |
Pérgola de aluminio | 1.800 € |
Pérgola bioclimática | 2.700 € |
Pérgola adosada | 1.500 € |
Pérgola abatible | 2.500 € |
¿Cómo obtenemos los precios?
Qué tener en cuenta al escoger una pérgola para el jardín o la terraza
Escoger el material teniendo en cuenta la climatología
La pérgola es un elemento que va a estar constantemente expuesto a la climatología, a la contaminación, el viento y en ocasiones temperaturas extremas que pueden dañarla, por lo que es importante escoger un material que sea resistente tanto a las radiaciones solares como a la humedad o demás elementos que pueden afectarla.
Acero, aluminio y PVC son materiales que soportan perfectamente todas estas condiciones sin alterarse. Madera y hierro necesitan tratamientos para que la humedad no les afecte y un mayor mantenimiento, pero si estos son adecuados, pueden aguantar sin problemas las condiciones más duras.
Pérgola fija o desmontable
Elegir un tipo u otro dependerá tanto del presupuesto como de las necesidades. Las pérgolas desmontables tienen la ventaja de que son más económicas y, una vez finalizada la temporada, se pueden retirar y guardar, dejando el espacio completamente libre. Sin embargo, suelen ser menos resistentes.
Las pérgolas fijas son más costosas, pero ofrecen la ventaja de que son mucho más robustas. Además, se pueden elegir diferentes tipos de cobertura, más allá de lona o toldo, para ofrecer una mayor protección. También se pueden instalar cerramientos para proteger el espacio completamente.
Estudiar el espacio donde se pondrá la pérgola
Independientemente del tipo de pérgola que se elija, tomar las medidas exactas es fundamental. Es el criterio más básico, pero no el único que se debe tener en cuenta. También hay que valorar el tipo de fijación más adecuado según la superficie sobre la que se va a apoyar (por ejemplo, en el caso de terrazas no conviene taladrar el suelo, ya que se podría dañar el aislamiento y provocar filtraciones).
La orientación en el caso de que la pérgola tenga lamas móviles o la estética del edificio en el caso de querer instalar una pérgola en la terraza también son factores que no se pueden pasar por alto.
Elegir un cubrimiento resistente
La cobertura superior de la pérgola es casi tan importante como la estructura, ya que es la que ofrece la protección frente a los rayos solares y también la más expuesta. Por ello, deben elegirse siempre materiales resistentes y de calidad.
En el caso de decantarse por lonas y toldos, la recomendación es elegir aquellos que suponen una mayor barrera frente a los rayos solares, teniendo en cuenta que es un tipo de cobertura que puede dañarse con el viento y que no ofrece gran protección frente a la lluvia. Si se elige policarbonato o vidrio templado, hay que asegurarse de que su grosor es suficiente para soportar todo tipo de inclemencias meteorológicas.
Pérgola exenta o de pared
En este caso, el criterio de elección se basa en la ubicación. Las pérgolas exentas son más versátiles, ya que se pueden instalar en cualquier espacio lo suficientemente amplio, mientras que las de pared tienen que ir adosadas y ancladas a un muro. Un aspecto importante es el de la sujeción, que en el caso de las pérgolas autoportantes es especialmente importante, al no tener la cobertura de una pared. El precio de esta además suele ser mayor.
En cualquier caso, no siempre se podrá elegir, en terrazas y áticos de pequeñas dimensiones, la única posibilidad es la de pérgolas adosadas.
Considerar la opción de una pérgola bioclimática
Son más caras, pero ofrecen grandes ventajas frente al resto de pérgolas. Por un lado, sus lamas orientables no solo protegen del sol, sino que permiten crear un ambiente mucho más confortable en el espacio en el que se instalan, ya que se controla no solo el paso de la luz y los rayos solares, sino también el movimiento del aire y la humedad. De esta forma, se mejora notablemente el confort térmico.
Por otro lado, es posible diseñar y dar forma a espacios completamente cerrados si en los laterales se instalan cerramientos, normalmente con cortinas de cristal.
Información útil
El coste medio de techar una pérgola de 3x3 m puede situarse alrededor de los 1.200 €. Sin embargo, ese coste puede incrementarse o rebajarse según las características que tenga. El material de la estructura y la cobertura superior, así como si se trata de una pérgola exenta o de pared son factores que influyen de manera decisiva en el coste. A ello habrá que sumar la instalación, que también será diferente según el modelo y que se situará a partir de 200 €.
- 1 día de instalación
- Dificultad: Medio
Factores que influyen en el precio de la pérgola
Materiales
- Madera: las pérgolas de madera son muy decorativas, aunque se trata de un material que requiere un buen mantenimiento para resistir la humedad y el efecto de los rayos solares. Por ello, es importante elegir una madera que sea especialmente resistente, como las tropicales. También se emplean pino, abeto, roble y haya tratados para soportar las condiciones exteriores. Su precio varía según el tipo de estructura y madera y el grosor de vigas y pilares. Una pérgola de jardín de 3x3 m puede costar, de media, alrededor de 1.500 €.
- Aluminio: es uno de los materiales más comunes en la fabricación de pérgolas. Es muy ligero, que resiste perfectamente tanto la humedad como los rayos solares y que se fabrica en acabados muy diferentes. Además, a él se pueden adaptar todo tipo de cubiertas (lona, policarbonato, etc.) y también cerramientos. Una ventaja añadida es que su mantenimiento es muy sencillo. Su precio varía según el acabado y el tipo de cubierta que lleve. Una pérgola con toldo de lona retráctil y en medida 8x5 m cuesta unos 1.500 € y con lamas orientables puede superar los 5.000 €.
- PVC: es un material que se trabaja en muchos acabados, es muy ligero, no pierde cualidades ni con la lluvia ni con la humedad y, además, su precio es más bajo que el de otros materiales. También se les puede adaptar techos tanto de este mismo material como de otros (policarbonato, vidrio, etc.). Su precio dependerá del acabado y el tipo de cubierta. En una medida 3,5x3,5 m, el precio de una pérgola de pared partiría de unos 600 €.
- Acero: se trata de un material especialmente resistente, que no se oxida y cuyo uso es común en pérgolas grandes o cuya estructura tendrá que soportar algo más de peso (pérgolas bioclimáticas o con cubierta móvil de vidrio templado y policarbonato). Respecto a su precio, en una medida de 3x3 y una pérgola con toldo corredero de poliéster, su precio se situaría a partir de los 1.500 €.
- Hierro: es robusto y duradero, pero en este caso, es imprescindible un buen tratamiento y un mantenimiento riguroso para evitar, sobre todo, los efectos de la humedad. Por otra parte, este material se trabaja más cuando se quiere dar un aspecto rústico a la pérgola. Su precio puede variar notablemente según el tipo y el diseño de la estructura. Una pérgola adosada de 3x2 m en hierro forjado y lona costará a partir de 500 € sin instalación.
Cobertura de la pérgola
Al margen de la estructura de la pérgola, las coberturas que se escojan también influirán en el coste final de la misma
- Toldos y lonas: pueden ser fijos o retráctiles y en diferentes tipos de tela y acabado. Los más comunes son los acrílicos, que ofrecen una buena resistencia y protección frente a los rayos solares. Su precio dependerá del acabado, pero de media puede partir de 20 €/m².
- Placas de policarbonato: protegen de los rayos solares a la vez que deja pasar la luz, ya que es traslúcido. Es, además un material ligero y muy flexible. Su precio parte de unos 28 €/m².
- Vidrio laminado: es resistente y, a diferencia del policarbonato, transparente. En pérgolas es habitual instalar coberturas móviles de este material, que permiten dejar la parte superior completamente descubierta. Es más caro que el policarbonato, su precio puede alcanzar los 60 €/m².
- Coberturas con materiales naturales: las más habituales son las de cañizo o bambú. Son muy económicas, pero menos resistentes que otras. Su precio no pasa de 10 €/m².
Tipo de pérgola
Dentro de los tipos de pérgolas, se pueden encontrar las pérgolas fijas y las desmontables, ambas con características diferentes:
- Pérgolas fijas: son más robustas, resistentes y duraderas, además de que pueden llevar cubiertas fijas o móviles de materiales más resistentes que la lona. A cambio, son más caras. Al ser elementos fijos, si se trata de viviendas situadas en edificios, es necesario contar con la autorización de la comunidad para instalar una pérgola en la terraza o el ático. También es conveniente consultar las ordenanzas municipales por si hubiera alguna limitación. En el caso de terrazas suelen ser pérgolas adosadas a la pared, en viviendas unifamiliares con jardín cabe la posibilidad de que sean exentas. Precisamente, pérgolas independientes y con techos móviles son las más caras.
- Pérgolas desmontables: se anclan a paredes o suelo, pero se pueden montar y desmontar con facilidad para cambiarlas de sitio o guardarlas cuando no se usen. Son más económicas, pero también menos duraderas. Normalmente son de materiales como aluminio o hierro forjado y llevan lona en la parte superior. En lo que no hay diferencia con las fijas es en que se puede elegir entre una pérgola de pared o autoportante.
Por otro lado, cabe mencionar las pérgolas bioclimáticas, bien exentas o de pared y que, por sus características, suelen ser fijas. Disponen de lamas orientables que se gradúan para permitir la entrada o no de los rayos solares y de corrientes de aire, lo que ayuda a mejorar el confort térmico en el espacio en el que se instalan. Son las más caras, una pérgola bioclimática de 3x3 m cuesta a partir de 3.000 €.
Ejemplos de presupuesto
- Una pérgola de madera de pino en bruto y desmontable, con unas dimensiones de 3x3 m se pueden encontrar por un precio aproximado de 300 €.
- Instalar una pérgola fija exenta de madera de abeto tratada de 5x4, con techo en el mismo material costará alrededor de 5.000 €.
- Una pérgola adosada de aluminio y techo de policarbonato de 7x4 costará unos 1.500 €.
- Instalar una pérgola en el jardín adosada a la fachada, en aluminio y lona, medidas 4x4 y motor tendrá un precio aproximado de 1.700 €.
- Una pérgola con mosquitera y cubierta de lona, fabricada en hierro galvanizado y medidas 3,75x3,75 tiene un coste de unos 2.000 €.
- Instalar una pérgola bioclimática de 4x4 m adosada a la pared y accionamiento manual costará a partir de 4.000 €.
Preguntas más comunes sobre pérgolas
¿Hay que pedir permisos para instalar una pérgola?
No siempre. En el caso de viviendas unifamiliares, no será necesario, aunque algunos ayuntamientos pueden requerir la presentación de una actuación comunicada si se trata de una pérgola fija. Conviene consultarlo, y también si hay que mantener un retranqueo mínimo en el caso de pérgolas en parcelas que tengan viviendas colindantes.
En el caso de que se quiera instalar una pérgola en una terraza o ático de una vivienda situada en un edificio, sí habrá que solicitar permisos, en este caso, a la comunidad. Cualquier obra o instalación que implique una alteración estética de la fachada, como es el caso de las pérgolas, debe contar con la aprobación de la junta de propietarios. Si ya hay alguna instalada, no será necesario, pero sí mantener los mismos criterios estéticos que las ya existentes.
En el caso de edificios, también habrá que consultar las ordenanzas municipales por si hubiera alguna limitación al respecto, especialmente en el caso de edificios protegidos o zonas.
¿Qué tipo de mantenimiento necesitan las pérgolas?
El mantenimiento de una pérgola irá en consonancia al tipo de material del que esté fabricada. Por ejemplo, en el caso de una pérgola de madera, será necesario aplicar productos protectores de la madera al menos una vez al año. En el caso de una pérgola de hierro, se recomienda pintarla cada cierto tiempo con pintura protectora contra el óxido. Para las pérgolas de PVC o de aluminio, suele ser suficiente con mantener limpia la superficie, ya que son dos materiales resistentes y que no se oxidan o deterioran por efecto del agua o la humedad.
¿Es mejor comprar una pérgola ya hecha o encargarla a medida?
La respuesta a esta pregunta suele estar basada, fundamentalmente, en una cuestión de presupuesto. Las pérgolas ya hechas suelen ser bastante más económicas, por lo que si el presupuesto es limitado serán sin duda la mejor opción.
Si se puede aumentar un poco más el dinero que se destina, hay que plantearse también si realmente merece la pena. Las dimensiones del espacio en el que se quiera colocar la pérgola serán las que marquen principalmente si es posible utilizar una estándar.
Si se busca un diseño muy concreto o unos materiales que no se suelan encontrar en los comercios, es posible que la mejor opción sea también optar por encargarla a medida, aunque pueda costar un poco más.
¿Cuál es la altura ideal de una pérgola?
La altura de las pérgolas suele oscilar entre 2,30 m y 2,60 m. No se aconseja que esa altura sea inferior a 2,20 m para poder moverse sin dificultad por ella aun en el caso de que cuente con elementos de iluminación o de decoración que cuelguen. Tampoco es aconsejable que la altura sea superior, ya que la protección frente a los rayos solares se vería mermada.
Ventajas de las pérgolas
Estructuras resistentes
Las estructuras de las pérgolas se fabrican en materiales que resisten sin problemas tanto las inclemencias meteorológicas como golpes o el deterioro propio del paso del tiempo: aluminio, acero, hierro, PVC y madera tratada. Con un buen anclaje y un mantenimiento mínimo, se mantendrán en perfecto estado durante años.
Mayor aprovechamiento del espacio exterior
La protección que ofrecen las pérgolas permite convertir una terraza, un patio o parte del jardín en un espacio más de la casa en el que se puede instalar desde un comedor abierto a una zona de estar o de relax. Espacios que se pueden aprovechar no solo durante más horas al día, sino también durante más semanas a lo lardo del año.
Pueden ser elementos muy decorativos
Tanto en medidas como en materiales, diseños y acabados, las pérgolas se fabrican en infinidad de modelos. Gracias a ello, se adaptan sin problemas al estilo de cada vivienda, llegando a convertirse en un elemento que aporta valor no solo en el aspecto funcional, también en el estético.
Protegen de las inclemencias climáticas
Las pérgolas no solo protegen frente al sol. Según del material con el que esté fabricada su parte superior o capota, también protegen de las temperaturas y la lluvia. Ese es el caso de pérgolas bioclimáticas o con cubierta de panel sándwich, policarbonato o cristal. En estos materiales, además, las pérgolas se pueden cerrar con elementos como cortinas de cristal, creando espacios que también se pueden utilizar en las temporadas más frías.