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Precios de pintar edificio
Tipo de trabajo | Precio | M² |
Pintar edificio de 5 plantas | 3.500 € | 1.500 m² |
Pintar edificio de 7 plantas | 5.000 € | 2.100 m² |
Pintar edificio de 10 plantas | 7.000 € | 3.000 m² |
Pintar fachada de edificio | 3.000 € | 300 m² |
Pintar escaleras de edificio | 1.500 € | 1.500 m² |
Pintar rellano de edificio | 400 € | 50 m² |
¿Cómo obtenemos los precios?
Información útil
¿Cuánto cuesta pintar un edificio de 5 pisos?
El precio de pintar el exterior de un edificio se sitúa alrededor de los 30 €/m². Si hablamos de un edificio de 5 pisos, con 8 metros de fachada y 18 de altura, el presupuesto alcanzaría los 4.000 €. El presupuesto, sin embargo, puede variar según la dificultad de los trabajos en altura o el tipo de pintura.
- 1 semana
- Dificultad: Alta
Tipos de pintura para fachadas y exteriores de edificios
Pintura acrílica al agua o de resina
Las pinturas acrílicas contienen elementos plastificados que hacen que sean muy resistentes. Además, secan rápido, no son inflamables y se pueden aplicar sobre cualquier tipo de material. Se utilizan para cubrir fachadas y también para impermeabilizar. Las de base agua tienen un tiempo de secado muy breve y una gran durabilidad, además, su aplicación es muy sencilla. Las que llevan compuestos de resina tienen una duración aún mayor, una gran resistencia la intemperie y se pueden aplicar incluso en fachadas que no estén en buen estado.
Pintura plástica
Otra opción al pintar un edificio es la pintura plástica: se trata de un tipo de pintura mate con resinas que proporciona una gran adherencia. Cubre bien todas las superficies y es lavable. Se puede utilizar en yeso, cemento, mortero y revocos. La ventaja es que es impermeable a la lluvia, pero permite que la fachada se airee, evitando así la aparición de moho.
Pintura al silicato o de cal
Es un tipo de pintura que tiene en su composición silicato de potasa y polímeros acrílicos. Tiene un acabado mate, por lo que se utiliza mucho para pintar edificios históricos en los que hay que respetar la estética de la fachada, y también en rehabilitaciones de interiores. Además, ofrece una alta protección y se puede aplicar tanto en cemento como en yeso, hormigón, ladrillo o piedra.
¿Qué hay que tener en cuenta al pintar un edificio?
Antes de proceder a pintar es necesario un trabajo previo fundamental, que es arreglar cualquier desperfecto que haya en la fachada. Una grieta sin reparar puede acabar provocando humedades a pesar de la pintura. Y, además, es fácil que en zonas sin reparar la pintura no agarre bien o pueda desprenderse en poco tiempo, por ejemplo, si se pinta encima de una zona ahuecada que no se ha lijado. La mejor opción es llevar a cabo una rehabilitación de la fachada.
La reparación de la fachada es esencial, pero eso no es suficiente para asegurar un buen agarre de la pintura. Para conseguirlo será imprescindible aplicar una capa previa de imprimación adecuada al tipo de superficie que se va a pintar. Solo así se asegura una perfecta adherencia de la pintura.
Elegir una pintura adecuada es fundamental, no solo por el acabado, también por su resistencia. En general, las pinturas de exterior son muy resistentes a la climatología, pero las hay que soportan mejor las altas temperaturas o la humedad. Es importante también elegir una pintura adecuada al soporte: ladrillo, piedra u hormigón. Y una tercera cuestión es el color, en zonas más cálidas siempre será aconsejable utilizar colores más claros.
La pintura de fachadas y paredes exteriores es un trabajo en altura. Por ello es necesario utilizar andamios o plataformas específicas para esta clase de tareas. También es posible que haya que utilizar algún tipo de maquinaria especial. Son aspectos que encarecen el trabajo y que se suelen incluir de manera separada en el presupuesto. No hay que olvidar, por otra parte, que para instalar andamios hay que pedir licencia al ayuntamiento, pagando las tasas correspondientes. Sin embargo, a pesar de esta información, es posible pintar una fachada sin andamios.
Los trabajos para pintar un edificio deben pasar por la junta de propietarios. Y no solo debe aprobar la realización del trabajo, también debe dar el visto bueno al presupuesto. La aprobación por minoría simple es el requisito imprescindible para poder contratar a la empresa elegida.
Permisos a solicitar al pintar el exterior o fachada de un edificio
El tipo de permiso necesario para poder pintar la fachada de un edificio depende del ayuntamiento de cada localidad. La tendencia es que, al tratarse de una obra de mejora que no implica modificaciones estructurales, se pueda realizar mediante actuación comunicada, acompañando la solicitud de documentos como la descripción de la finca y de las obras a realizar y una valoración económica, además del documento que justifique haber abonado las tasas municipales correspondientes.
Solo si se trata de edificios protegidos o hay que instalar estructuras como andamios hay que solicitar una licencia de obra.
¿Cuándo hay que pintar un edificio?
Cuando la pintura del edificio está polvorienta
El polvo, la contaminación y todo tipo de partículas se depositan en la superficie cubriéndola y dando a la fachada un aspecto envejecido. Pero a veces ese polvo lo que hace no es solo afear la fachada, sino enmascarar problemas que solo se pueden apreciar con una superficie limpia, como pueden ser pequeñas grietas. Y no siempre basta con limpiar, lo más conveniente es pintar de nuevo el edificio para darle mejor protección.
Cuando las paredes o la fachada del edificio están cuarteadas
Una fachada en mal estado es una fachada en la que pueden aparecer humedades y otro tipo de problemas. Además, es fácil que la pintura empieza a desprenderse con el paso del tiempo tanto en zonas comunes como en el exterior del edificio. Por ello es importante sanearla en el momento en el que se aprecie que el revestimiento está en mal estado. Si se espera, los daños pueden ser mayores y obligar a realizar trabajos de reparación más costosos.
Cuando aparecen manchas en la pintura del edificio
Si aparecen manchas en las paredes del edificio quiere decir que la pintura ha dejado de cumplir su función y ha penetrado humedad por algún punto. En el peor de los casos puede ocurrir que las manchas sean de moho o incluso de musgo, esto es peligroso, porque lo que hacen es mantener la humedad, con lo que el deterioro de la fachada será aún más rápido. Moho y hongos, además, se extienden con rapidez, de manera que conviene eliminarlos cuanto antes.
Cuando la pintura del edificio pierda su color y se empiece a caer
Si la pintura pierde color puede ser síntoma de que también pierde propiedades. Con el sol, la lluvia y los cambios de temperatura puede dejar de cumplir su función aislante y, además, perder elasticidad. El resultado no es una merma estética, es algo más grave, ya que la pintura corre el riesgo de agrietarse y comenzar a desprenderse. Si la pintura ha perdido su tono, lo mejor es plantearse pintar la fachada de nuevo.