Instalación electrica en Sevilla (Provincia): Precio y Presupuestos

El Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), contenido en el Real Decreto 842/2002 de 2 de agosto, es la norma fundamental que rige cualquier instalación eléctrica en Sevilla. 

Este Reglamento contiene una regulación exhaustiva de la planificación, ejecución y tramitación del alta de las instalaciones eléctricas, ya que cualquier proyecto debe cumplir los requisitos que se estipulan en el Reglamento. 

En primer lugar, el Reglamento establece que las distribuciones de corriente alterna deberán ser de 230 V entre fases para las redes trifásicas de 3 conductores. 

Es necesario conocer previamente la potencia en vatios que se requerirá para abastecer todos los receptores de la instalación eléctrica en Sevilla. El grado de electrificación necesario dependerá tanto de los metros cuadrados de la vivienda como de la potencia requerida. 

El Reglamento también rige como normal que solo el personal autorizado por la compañía del suministro eléctrico y los profesionales de la materia están capacitados para manipular, instalar o desinstalar acometidas y enlaces a la red pública. 

Los cuadros de luces, elementos básicos de protección tanto de las líneas generales de distribución eléctrica como del conjunto de la instalación, deben situarse lo más cerca posible de la entrada de la derivación eléctrica principal que proviene del contador. Además, han de colocarse junto a la puerta de acceso a la vivienda y a una altura no inferior al metro y medio ni superior a los 2 metros con respecto al suelo. 

Por otro lado, no está permitido que el cuadro de luces de la instalación eléctrica en Sevilla se instale en determinados espacios de especial protección: cocinas, dormitorios, baños, aseos, etc. 

El Reglamento también estipula que los circuitos y derivaciones independientes que se dispongan en la instalación eléctrica deberán protegerse con un interruptor automático de corte omnipolar, con posibilidad de accionamiento y manipulación manuales. Asimismo, deberán contar con protección contra cortocircuitos y posibles sobrecargas de la red eléctrica. 

La norma también establece que todas las líneas y derivaciones deben estar capacitadas para transportar el flujo eléctrico y soportar la carga necesaria del mismo. Por lo general, disponen de una potencia mínima superior en 1,8 veces a la potencia en vatios del conjunto de los receptores alimentados por la derivación. 

Las canalizaciones de las derivaciones individuales deberán contar, según el Reglamento, con un diámetro exterior nominal mínimo de 32 milímetros. Los conductores que deben colocar los profesionales han de ser de cobre y con una tensión asignada de 450 / 750 V, y con el siguiente código de colores: 

- Verde y amarillo para el protector de tierra

- Azul para el neutro

- Marrón, negro y gris para las fases