Precios y Presupuestos para Construir un Parque Infantil

A la hora de construir un parque infantil, es importante elegir una ubicación adecuada. En líneas generales, se debe mantener una distancia mínima respecto a vías con tráfico. Cuando eso no sea posible, se deben implementar soluciones para impedir que los menores puedan acceder a ellas con facilidad. Normalmente se opta por vallados.

Además de ello, se deben elegir áreas donde cualquier tipo de riesgo sea mínimo. Para ello, hay que evitar zonas de gran contaminación atmosférica o acústica o donde haya en las proximidades tendidos eléctricos, vertederos, etc.

Además de columpios, un parque infantil debe contar con otro tipo de instalaciones, desde vallas de seguridad a bancos, papeleras, etc. Es importante que en cualquiera de ellos se evite el riesgo de atrapamiento y no tengan elementos cortantes o salientes. Además, los elementos de juego deben ser de las dimensiones adecuadas y cumplir las especificaciones técnicas.

Por otra parte, los parques infantiles deben contar también con una señalización fácilmente legible que puede incluir desde la localización del centro sanitario más próximo a un número del servicio de mantenimiento. 

El pavimento de un parque infantil exterior o interior debe cumplir un requisito fundamental: amortiguar los golpes en caso de caída accidental para evitar lesiones que pueden revestir gravedad. Ese suelo blando es especialmente importante cuando hay riesgo de caída, incluso desde alturas muy bajas.

En espacios exteriores, ese suelo puede ser de tierra, sin embargo, tiene el inconveniente de que las condiciones meteorológicas pueden alterarlo. La alternativa más común son los suelos de caucho y EPDM, que se fabrican en diferentes espesores y colores y amortiguan bien los impactos. Otra posibilidad es el césped artificial. 

En España no existe una normativa específica que regule la seguridad de los parques infantiles. Sí existen algunas reglas de carácter europeo que se pueden aplicar, aunque no son de obligado cumplimiento. Solo algunas comunidades autónomas disponen de una normativa al respecto. 

Esas normas recogen infinidad de aspectos relacionados con la seguridad, desde la altura máxima de caída y sus dimensiones a la inclinación de las escaleras o rampas; diámetros de aberturas, cuerdas y cables; sistemas de anclaje o suspensión; tamaño de asientos y plataformas o tipos de asideros, entre otros aspectos.